Pediatria A

Los pediatras de Atención Primaria de Andalucía reclaman al SAS condiciones laborales dignas.

El deterioro de la Atención Primaria ha provocado un auge de la asistencia privada, que remunera a los pediatras con sueldos que duplican o triplican la oferta del Servicio Andaluz de Salud.

Categorias: Actualidad Andalucía, Política y Gestión Sanitaria, Visto en Prensa
Colectivos: ,

La Asociación de Pediatría de Atención Primaria de Andalucía (AndAPap) ha hecho público, a través de un comunicado, su descontento con el Servicio Andaluz de Salud (SAS).

Desde hace unos años, la Atención Primaria y la asistencia a la infancia en particular, vienen sufriendo un deterioro constante y mantenido. Ante esto, el SAS se escuda en una supuesta escasez de pediatras en la bolsa de contratación, sin profundizar en el por qué de esa escasez.

La AndAPap ha explicado, al respecto, que los motivos son varios, pero pueden resumirse en un desequilibrio entre la carga de trabajo y la remuneración. Esto sucede en un momento en que el deterioro de la Atención Primaria, ha provocado el auge de la asistencia privada, que demanda pediatras a los que remunera con sueldos que duplican triplican los que oferta el SAS.

Mientras, en torno a un tercio de los niños y niñas andaluces no tienen pediatra, aunque su asistencia esté cubierta con gran esfuerzo y voluntad por profesionales que han recibido, en el mejor de los casos, la décima parte de formación en el área de pediatría.

ESPAÑA, PAÍS QUE PEOR PAGA A SUS PROFESIONALES SANITARIOS

Los pediatras soportan una demanda excesiva sin compensación económica alguna. El SAS es el sistema sanitario público que peor remunera a sus profesionales. Además, el Parlamento andaluz rechazó equiparar el sueldo de los médicos andaluces con el de otras comunidades autónomas, en contra de lo que hizo en el caso de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. A su vez, España es el país que peor paga a sus profesionales sanitarios de los países de nuestro entorno.

El Servicio Andaluz de Salud dificulta, al mismo tiempo, el acceso a las retribuciones que su propia normativa establece. Se niega a pagar los cupos acumulados si no es por orden judicial, se niega a implantar aumentos de jornada a los que muchos pediatras accederían de forma voluntaria, se niega a eliminar el concepto de exclusividad como muchas CCAA, y se niega a facilitar la carrera profesional.

Por otro lado, los pediatras son obligados a realizar el trabajo de otros profesionales, como enfermeros y matronas, cuya dotación, ya escasa y sobrecargada en Atención Primaria, se destina sólo a la población adulta, a pesar de que ambos perfiles profesionales están presentes en la bolsa de trabajo del SAS y podrían ser contratados en número suficiente.

Además, estos profesionales se enfrentan a la generación de expectativas irracionales en la población. Más de un paciente se cita a la misma hora, lo que provoca altos niveles de frustración en la ciudadanía, que muchas veces es el germen de la violencia contra el personal sanitario.

En definitiva, cuando los profesionales sanitarios en general y los pediatras en particular se decantan por marcharse a otra Comunidad, lo hacen en busca de un sueldo digno y equiparable al esfuerzo que realizan día a día.

Fuente: ConSalud