Huelga Mála

Unos 1.350 médicos de familia y pediatras están llamados a la huelga en Málaga.

Los facultativos se plantan y cuelgan la bata para exigir aumento de plantilla, contratos estables y más tiempo para ver a los pacientes en las consultas. Fijados en un 50% los servicios mínimos en consultas y en un 100% para urgencias.

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La huelga en los centros de salud malagueños será  hoy una realidad. El malestar de los facultativos, que sienten que la Consejería de Salud y el SAS no atienden sus peticiones de mejoras laborales, ha desembocado en un conflicto que pretender ser un revulsivo para comenzar a reconstruir la sanidad pública y poder ofrecer una mejor asistencia a los pacientes, desarrollando el trabajo en condiciones «más dignas», según aseguran los impulsores de la protesta. Unos 1.350 médicos de familia y pediatras están llamados a unos paros parciales de cuatro horas en el turno de mañana (de 11.00 a 15.00 horas) y de otras cuatro en el de tarde (16.00 a 20.00 horas). La huelga la convoca el Sindicato Médico de Málaga (SMM), con el auspicio del colectivo ‘Basta ya’ –integrado por casi 300 médicos de familia y pediatras– y cuenta con el respaldo del Colegio de Médicos de Málaga. Los paros comenzarán hoy lunes y continuarán el martes. Igualmente, están previstos para los días 22, 23, 24, 29 y 30 de octubre si antes no se cierra a un acuerdo con la Delegación de Salud.

Las reivindicaciones principales pasan por el incremento de las plantillas de facultativos de los centros de salud malagueños (el SMM considera que hacen falta 150 médicos de familia y 50 pediatras más en toda la provincia), estabilidad en el empleo con contratos de larga duración, disponer de al menos 10 minutos para ver a cada paciente (ahora la media es de seis), igualar los sueldos con la media española (igual salario para igual trabajo), ya que los médicos andaluces cobran unos 600 euros menos que la media española, rechazo de los contratos programa e implantación de la vigilancia en todos los centros de salud para evitar las agresiones a los profesionales (de los 26 centros de salud de Málaga, contando el de Rincón de la Victoria, solo seis o siete tienen vigilancia). Asimismo, se reclama la libertad de prescripción, poder solicitar más pruebas diagnósticas a los pacientes sin cortapisas, con un plazo de resolución de las mismas que no supere los 30 días, y una autogestión real en los centros de salud.

El caldo de cultivo de la huelga se ha venido cociendo desde hace meses y ha llegado a su punto de ebullición tras un verano calificado de «nefasto» por el colectivo ‘Basta ya’, que en una asamblea celebrada en septiembre decidió que llevar a cabo paros parciales de forma indefinida era la única solución y acordó con el Sindicato Médico de Málaga que este convocase la huelga. «La situación es insostenible. El verano ha sido muy malo por la falta de contratos de sustituciones del personal facultativo. El SAS no ha hecho caso de nuestras peticiones. El malestar entre los médicos es cada vez mayor. La huelga es la única salida y la forma de hacerle ver a la Administración nuestro descontento», declaró a este periódico el portavoz de ‘Basta ya’ Carlos Bautista.

Los paros son el resultado del deterioro sufrido por la atención primaria en los últimos años, lo que ha elevado el desencanto profesional

En términos parecidos se expresó el presidente del Sindicato Médico de Málaga, Antonio Martín Noblejas, que hizo hincapié en el fuerte deterioro que soporta la atención primaria. «El SAS no ha sabido sembrar para recoger los frutos. Nos parece bien el aumento de plantilla que ha anunciado la Consejería de Salud, pero consideramos que hacen faltan más médicos, porque en Málaga arrastramos un déficit histórico», afirmó Martín Noblejas, que precisó que unos 800 médicos de atención primaria de Málaga y en torno a 400 de hospitales han firmado un documento en apoyo de las peticiones formuladas con motivo de la huelga.

Las reivindicaciones que plantean los convocantes de los paros han recibido el beneplácito del Colegio de Médicos de Málaga. A juicio del presidente de esa entidad, Juan José Sánchez Luque, «la huelga responde a la situación de impotencia que se vive en los centros de atención primaria y al aumento de agresiones a profesionales sanitarios habido este verano. Hay que buscar soluciones urgentes a los problemas». El Colegio de Médicos aboga por impulsar la segunda reforma de la atención primaria.

El delegado del SMM en atención primaria, José Antonio Becerra, apuntó que los médicos de familia de Málaga lo que quieren es poder desarrollar su trabajo de forma digna, sin tener que atender a sus pacientes y también a los de otros compañeros por la falta de sustituciones, lo que redunda en una falta material de tiempo para ofrecer la calidad asistencial que les gustaría. «Es necesario que, al menos, se pueda dedicar una media de 10 minutos por paciente y que cada médico de familia no tenga asignados a más de 1.500 usuarios en su cupo, una cifra que ahora se rebasa y cuya media puede estar en 1.700», dijo Becerra.

La opinión de la Consejería de Salud

La otra parte implicada en este conflicto es la Administración sanitaria andaluza, que ha anunciado una serie de mejoras incluidas en la denominada estrategia de renovación de la atención primaria. Ese plan, entre otras medidas, contemplan incrementar las plantillas de los centros malagueños de atención primaria con 282 profesionales de distintas categorías, de los que 64 serán médicos de familia y nueve, pediatras. Las contrataciones se harán entre octubre y diciembre de este año, serán indefinidas y se sumarán a los 88 contratos que se realizaron a finales del pasado año. El SAS también reforzará los centros de salud de la provincia de Málaga, antes de que acabe 2018, con 124 enfermeros, tres matronas, 12 fisioterapeutas, cinco trabajadores sociales, 29 celadores-conductores, nueve técnicos especialistas en radiodiagnóstico, seis auxiliares de enfermería para gabinetes odontológicos y 21 trabajadores de administración. Todas las contrataciones serán de larga duración; en los casos en que haya plazas vacantes se ofrecerá una interinidad. Los contratos se ofertarán a través de la bolsa pública de empleo del SAS.

En las negociaciones llevadas a cabo con el Sindicato Médico, el secretario general de la Delegación Provincial de Salud, Juan Monedero, presentó una hoja de ruta con las actuaciones acordadas para impulsar a la atención primaria. Así, ese documento contempla el incremento de la plantilla de médicos de familia y pediatras, el aumento de la capacidad de resolución de los centros de salud, el estudio de mejoras en el desarrollo del plan contra las agresiones a los profesionales sanitarios y la transparencia en la puesta en marcha de todas esas actuaciones.

El director del distrito sanitario Málaga-Guadalhorce, José Luis Gutiérrez, explicó a los representantes del Sindicato Médico que antes del 1 de noviembre habrá comisiones de gestión de la demanda en cada centro de salud para consensuar y homogeneizar las propuestas y que, de ese modo, los médicos dispongan de más autonomía en su gestión y se dé la mejor respuesta posible a la población. Gutiérrez señaló que en los próximos 60 días se formalizará el cien por cien de la oferta de contratos anunciados, que será de larga duración y permitirá que todos los centros de salud de la provincia de Málaga cuenten con equipos de médicos y enfermeros que compartirán el mismo cupo de pacientes. El director del distrito Málaga-Guadalhorce precisó que el 95 por ciento de las citas medicas que piden los usuarios son satisfactorias. «Eso demuestra que el servicio no está desbordado», significó Gutiérrez.

Vamos a la huelga por…

Por su parte, médicos de atención primaria consultados por este periódico expresaron que van a ir a la huelga para hacerle ver a Salud el desencanto y el malestar que les atenazan en el ejercicio de su profesión. «A mí no me preocupa el tema económico. Si he decidido secundar el paro es por la degradación que sufren los centros de salud desde hace años», indicó un facultativo. Otra cuestión que preocupa mucho a los profesionales de la medicina de atención primaria es el de las demoras que soportan los pacientes cuando los derivan a las consultas especializadas. «En agosto envié a un enfermo al traumatólogo y le han dado cita para diciembre, es decir, cuatro meses de retraso cuando, en teoría, deberían verlo como máximo en 60 días», se lamentó un médico de familia.

Ese facultativo también se refirió a que conoce casos concretos de pacientes que han esperado ocho meses para una colonoscopia y que cuando les hicieron la prueba se comprobó que tenían un cáncer de colon. «No es admisible que suceda eso, ni que haya más de un año de tardanza para un electromiograma ni de seis meses para una ecografía. Son demoras que superan los soportable», puso de manifiesto.

Los profesionales reclaman más vigilancia contra las agresiones
Un asunto que preocupa a los médicos de atención primaria de Málaga guarda una relación directa con las agresiones que se producen en los centros sanitarios. En los meses de verano ha habido un aumento de las conductas violentas. Los profesionales reclaman a la Consejería de Salud y al SAS que redoblen las medidas de seguridad y que doten a todos los centros de salud de vigilantes privados. Los convocantes de la huelga de médicos de familia y de pediatras exigen que se solucione cuanto antes ese problema. Aunque la Consejería de Salud ha reiterado que se van a introducir mejoras en el desarrollo del Plan de Agresiones con la finalidad de dar una mayor protección, los médicos desconfían y exigen más contundencia contra la violencia en los centros sanitarios. «A los profesionales nos han convertido en vigilantes de seguridad, pero sin darnos cursos de kárate», comentó en tono irónico un médico. Desde su punto de vista, es necesario que el SAS sitúe un vigilante de seguridad en cada centro de salud. Los facultativos consideran insuficiente el timbre antipánico que tienen en los ordenadores de las consultas y que –cuando lo pulsan, en caso de necesidad– avisa al resto de compañeros.

Fuente: Diario SUR