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Salud sigue sin dar marcha atrás a la fusión de Servicios hospitalarios en Málaga, a pesar de estar encallada.

Leemos en Diario SUR la situación que se vive en los Hospitales de Málaga, donde a pesar de que la mayoría de los profesionales apuestan por volver a la situación anterior a la creación de las unidades intercentros, el SAS sigue sin querer enterarse.

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La teoría no siempre se ajusta con la práctica. Una idea que sobre el papel parece buena, cuando se aplica se queda en papel mojado. Eso ha ocurrido con el proyecto de la Consejería de Salud de fusionar servicios de los hospitales Regional Carlos Haya y Clínico Universitario para crear unidades intercentros. 

Esa iniciativa no ha fructificado ni se espera un cambio a mejor. A pesar de que la mayoría de los profesionales están en contra de la fusión y consideran que habría que volver a la situación anterior a la unificación, la Consejería de Salud y el SAS siguen sin dar marcha atrás y tratan por todos los medios a su alcance de continuar con la convergencia (que es como la Junta de Andalucía llama a la fusión de servicios). 

El proceso está encallado y no se le ven visos de solución, por lo que diversas fuentes consultadas por este periódico defendieron que se liquiden las unidades intercentros y que los servicios fusionados de Carlos Haya y el Clínico Universitario recobren su independencia.

Así se lo hicieron ver al consejero de Salud, Aquilino Alonso, y al gerente del SAS, José Manuel Aranda, responsables de varios servicios y directores de unidades, en una reunión desarrollada hace unos días en el Hospital Materno Infantil. 

Las voces discrepantes se escucharon sin ambages en ese encuentro, en el que destacados profesionales de ambos hospitales expusieron tanto a Alonso como a Aranda que obstinarse en mantener el proyecto de convergencia es un error. Según asistentes a esa reunión, el gerente del SAS se mostró más reacio a dar marcha atrás y defendió proseguir con la convergencia. El consejero se refirió a la necesidad de limar asperezas y tratar de convencer a los profesionales que no comparten el modelo puesto en práctica. Ni Alonso ni Aranda concretaron qué sucederá con los servicios que todavía no están fusionados.

Proceso parado

En estos momentos, hay creadas en Málaga 17 unidades intercentros de un total posible de 42, lo que supone que la fusión ha afectado al 40 por ciento de los servicios y que el 60 por ciento sigue funcionando de forma independiente. La constitución de nuevas unidades intercentros lleva meses parada y parecía que iba a ser cuestión de poco tiempo que se zanjase ese asunto tras unas declaraciones realizadas por el consejero de Salud, el pasado mes de junio, en una entrevista concedida a SUR. Alonso dijo: «No obligaremos a nadie a que los servicios se unifiquen. Algunos que lo están y que se ha visto que no aportan nada volverán a su situación inicial, aquellos que sí aporten se mantendrán». 

Esas palabras fueron muy bien acogidas por los profesionales, que esperaban que Salud moviese ficha con celeridad y señalase qué unidades debían desunirse. El verano ha pasado y la consejería no ha dado su brazo a torcer. Todo sigue igual. 

El último acontecimiento que ha removido los frágiles cimientos de las fusiones lo ha protagonizado el servicio de cirugía general y digestiva del Hospital Clínico. En un escrito remitido al consejero de Salud y al gerente de ambos hospitales, José Luis Doña, los cirujanos han expresado su malestar y han reclamado su independencia de Carlos Haya. El motivo es que consideran que están perdiendo competencias en favor de sus colegas del otro hospital. La gota que ha hecho rebosar el vaso ha sido la decisión de centralizar todas las operaciones de patología de hígado y de páncreas en Carlos Haya.

A la rebelión de los cirujanos del Clínico se pueden sumar más servicios de ese hospital, que también se siente colonizados por Carlos Haya. Lo cierto es que hasta el momento, el proceso de convergencia acumula muchas más sombras que luces y ha supuesto una fractura en varias de las unidades que están unidas. «La fusión ha sido la peor idea de la Consejería de Salud en mucho tiempo. Es una fuente continua de fricciones. ¿Qué se ha conseguido? Casi nada salvo un reguero de enfrentamientos», afirmaron fuentes sanitarias consultadas. «Lo mejor para todos es que volvamos a la situación anterior. Esto ha sido un fracaso. Salud debe dar marcha atrás cuanto antes. Mantenernos en esta situación no conduce a nada», afirmó un jefe de servicio del Clínico.

Son muchos los médicos que no están de acuerdo con el modelo que les han impuesto, porque no resulta operativo y lo único que se ha logrado es que haya recelos entre los facultativos del Clínico y de Carlos Haya. «La fusión de servicios era un plan utópico que en su aplicación práctica no ha cuajado. El consejero de Salud y el gerente del SAS tendrían que verlo y liquidar  de una vez por todas este asunto», manifestó otro jefe de servicio.

La última palabra la tiene el consejero Alonso, que, de momento, sigue sin definir con claridad qué va a pasar, lo que acentúa las dudas y la intranquilidad en los hospitales.

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Fuente: Diario SUR