SAS CRP

El SAS considera que los responsables directos de la asistencia sanitaria son los que peor trabajan.

Salud reparte más pluses por dar citas que por curar a enfermos. Puntúa mejor al personal que se encarga de la burocracia que a los médicos y enfermeros a la hora de asignar el CRP entre la plantilla. ¿En esto basa su política de personal? Visto en ABC.

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Para el Servicio Andaluz de Salud (SAS), la burocracia es mucho más productiva que el trato directo con los pacientes. Esta particular visión de la gestión sanitaria tiene su reflejo en la nómina. El personal que controla las listas de espera quirúrgica, que asigna las citas médicas o que gestiona las compras y suministros, cobran la cuantía máxima del denominado Complemento al Rendimiento Profesional (CRP) que le permite su categoría profesional, mientras que quienes atienden, curan o intervienen a los pacientes, médicos y enfermeros principalmente, son peor valorados a efectos de percibir este incentivo. El Sindicato Médico Andaluz (SMA), mayoritario entre los facultativos del SAS, avala esta denuncia con datos.

La resolución que recoge los complementos repartidos en 2014 entre la plantilla del hospital Virgen Macarena de Sevilla es elocuente. Reciben la máxima puntuación, un 10, el personal de los servicios de Atención Ciudadana (que gestiona las listas de espera), Admisión de Citas (encargados de repartir las citas), el Área Administrativa de Gestión Técnica, la de Gestión de la Demanda Quirúrgica, Participación Ciudadana, Prestaciones, Registro General y Admisión General, áreas puramente burocráticas.

Entre el 10 y el 9,5 están los trabajadores de Gestión Económica, Logística y Documentación, Intervención, Plataforma Logística, Suministros y Compras, Recursos Humanos y Régimen Jurídico. Les siguen, entre los mejor valorados, los informáticos, responsables de estadística, peluqueros, el personal de limpieza y lencería, los gestores medioambientales y radiofísicos. Por detrás de todos ellos se encuentran las unidades que tienen una relación directa con los pacientes, médicos y enfermeros. Dentro de los facultativos, la mejor nota, un 8, es para el Área del Corazón, una rara avis en un colectivo que no recibe más de un 7. El SAS dio una nota del 7,01 a los urólogos, un 6,56 a oncólogos, un 6,11 a anestesistas, un 6,09 a oftalmólogos y un 5,81 a reumatólogos del citado hospital.

¿Cómo se fija el complemento salarial?

El CRP es un plus que la agencia de la Junta de Andalucía que gestiona la sanidad pública paga a su plantilla cada año dependiendo de la consecución de unos objetivos marcados por la dirección de cada hospital o centro de salud a las Unidades de Gestión Clínica (UGC), los distintos departamentos en los que se integra el personal según el modelo organizativo del SAS. Para medirlos asigna una puntuación en una escala de 0 a 10. La capacidad de decisión de los profesionales sanitarios es limitada y los criterios «los imponen desde arriba», según el Sindicato Médico.

Así, por ejemplo, a la hora de calcular el complemento se premia a los médicos de familia que envían menos pacientes a especialistas o a los que reduzcan los días de ingreso hospitalario, es decir, que adelanten las altas. Recortar los gastos es un factor con mucho peso a la hora de evaluar el rendimiento laboral y fijar su cuantía. La ecuación se sencilla: cuanto más se aprieten el cinturón, mejor nota obtendrán y, por tanto, superior será el incentivo que cobren.

¿De cuánto dinero estamos hablando?

La retribución es variable y depende del puesto que cada uno ocupe. Según la última resolución de retribuciones del personal de centros e instituciones sanitarias para 2015, un médico de familia puede percibir como máximo un complemento de 5.237,45 euros al año; un técnico dedicado a tareas administrativas, 3.876,55 euros; un enfermero, 2.099,88 euros y un celador, como máximo 1.215,48 euros. El récord lo tiene un jefe de departamento, que puede añadir a su sueldo un extra de 10.724 euros.

Desde el Sindicato Médico aseguran que la gestión se rige por criterios economicistas: «Se le da un caramelo a quienes controlan el gasto y castigan a los que generan un gasto por su actividad».«Si es verdad que lo que mejor funciona en el SAS es la gestión administrativa, entonces tenemos un problema porque una empresa sólo puede funcionar si hace bien lo que tiene que hacer bien: dar asistencia sanitaria alos enfermos», ironizan desde este colectivo.

Salud niega criterios economicistas

La Consejería de Salud, en cambio, niega que de forma tajante que primen objetivos economicistas en la sanidad pública andaluza. Fuentes del departamento del consejero Aquilino Alonso señalan que «en conjunto, las unidades clínicas obtienen una media de 8. Concretamente, más de 150 unidades clínicas asistenciales han superado la nota de 9. Con ello, se demuestra la buena valoración global de estos equipos, en contra de lo que afirma el SMA».

Salud expone que «los criterios de evaluación son diferentes y las cantidades retribuidas son, igualmente, no comparables, como bien saben las organizaciones sindicales y los profesionales del sistema; al igual que lo es la masa salarial de cada categoría profesional». Por todo ello, «no puede hacerse una lectura sesgada de la puntuación obtenida por los diferentes colectivos profesionales o unidades».

Fuente: ABC