El SAS demora el futuro de los hospitales y cuestiona el diálogo con los sindicatos.
No habrá orden derogatoria de la fusión como la realizada para Granada. Los integrantes de la mesa sectorial temen que no se trate con ellos la cartera de servicios.
De decepcionante fue calificada ayer la reunión que los dirigentes de los sindicatos representados en la sanidad pública en Huelva mantuvieron con los del SAS. Si desde Huelva se creía que ayer vendrían de Sevilla con una orden derogatoria de la fusión hospitalaria semejante a la presentada en Granada hace escasos días, los dirigentes del SAS invocaron la sentencia que anulaba la fusión y que se hizo pública en octubre de 2016. Tampoco vinieron con ninguna propuesta sobre la futura configuración de la cartera de servicios que albergarán los que volverán a ser dos hospitales independientes. A cambio, los representantes sindicales recibieron «una oferta de diálogo» y la certeza de que todo el proceso se demorará durante dos meses hasta que se cumplan todos los plazos jurídicos y se haga efectiva la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).
Para los sindicatos la reunión de ayer fue un jarro de agua fría. Salieron con la impresión de que prácticamente todo vuelve a estar en el aire y que la futura configuración de la asistencia hospitalaria onubense quedará fuera de la negociación con los representantes de los trabajadores y que se perfilará preferentemente con los profesionales.
El SAS sólo emitirá una orden cuando el proceso judicial haya concluido. Los dirigentes del organismo autonómico que se desplazaron ayer hasta la Delegación Territorial de Salud, estaban encabezados por la directora de Profeisonales, Celia Gómez. Ratificaron el propósito de no presentar de facto el recurso en el Supremo contra la sentencia que anulaba todo lo andado en la fusión hospitalaria desde el momento en que el BOJA publicó, en diciembre de 2014, la unificación del Juan Ramón Jiménez y el Infanta Elena.
Fue CSIF quien llevó a los tribunales al SAS. La sentencia argumentaba que el proceso se había hecho sin la participación sindical: «Pues si bien se convocó la mesa sectorial, lo fue únicamente con el propósito de aparentar una falsa negociación colectiva para que los agentes sociales firmaran las actas y dieran continuidad por la vía de la tramitación ultrarrápida a una orden de fusión de áreas hospitalarias que es todo lo contrario a lo previsto legal y reglamentariamente».
El portavoz de este sindicato, César Cercadillo, expresó su sorpresa por que los representantes del SAS no llegaran a la reunión con una orden parecida a la de Granada. Confirmó que la invocación del SAS a la sentencia ralentiza el proceso por «los trámites burocráticos que han de cumplirse». Cercadillo se refirió no obstante al que será el inmediato objetivo de la negociación sindical con la Administración: la seguridad jurídica de los trabajadores de los dos hospitales y de los 500 empleados que tienen en vigor un contrato firmado con el Complejo Hospitalario (CHUH) ente jurídico que se extinguirá.
Desde el Sindicato de Enfermería Satse su presidente, Antonio Botello, temió que el objetivo final del SAS sea «dar validez a lo que se ha hecho hasta ahora» y que entre otras cosas, pasa por el casi desmantelamiento del Infanta Elena. Botello ve una marcha atrás en muchos de los planteamientos de la Administración, «pues nos comunicaron que su propósito es que la futura configuración del hospital y la definición de la cartera de servicios debe hablarse con los profesionales». Será no obstante la mesa sectorial a nivel regional la que tendrá la última palabra sobre la nueva estructura de los hospitales onubenses, por lo que el presidente onubense del Satse cuestionó la eficacia de las reuniones que se están manteniendo con el director-gerente del CHUH, Antonio León.
En términos parecidos se expresó el presidente provincial del Sindicato Médico (SM), Juan Manuel Salguero, quien tras hacer referencia al estupor con que recibió las propuestas del SAS, apuntó al hecho de que «en ningún momento se han referido a que Huelva vuelva a tener dos hospitales completos tal y como es nuestra reivindicación». Ratificó que «la concreción de la cartera de servicios estará en manos de los profesionales», lo que deja fuera de juego a los sindicatos en términos parecidos a la política realizada por el anterior director-gerente, Rafael García Vargas-Machuca.
El responsable de Sanidad de UGT, Jesús Tormo, compartió el sentimiento de decepción y de «no saber muy bien cuál es el escenario que la Administración baraja». Para este sindicato, es incuestionable que se mantengan las dos mesas «que siempre hemos defendido y que, por una parte han de tratar el futuro de los dos hospitales de la ciudad y por otra, el resto de los aspectos que consideramos deficientes de la atención sanitaria en la provincia».
Fuente: HuelvaInformación