Los puestos con perfil tienen que ser cubiertos con profesionales que estén acreditados a nivel nacional, ya sea mediante áreas de capacitación específica (ACE) o diplomas de acreditación. Es una de las bases de la propuesta que ha presentado hoy CESM, que ha sido consensuada entre los sindicatos autonómicos.

Francisco Miralles, secretario general de la confederación de sindicatos médicos, ha explicado que la propuesta es reflejo de «algo que el mundo sanitario viene demandando como una necesidad, pues la superespecialización de la Medicina ha hecho cada vez más necesario que algunos puestos tengan una naturaleza específica«.

No obstante, el sindicato médico ha denunciado reiteradamente que los servicios autonómicos se han aprovechado de este hecho y de la falta de una regulación homogénea y común en el SNS (actualmente Asturias, País Vasco, Aragón, Castilla-La Mancha, Extremadura, Castilla y León tienen alguna norma al respecto, y Andalucía está en ello), ha facilitado «que se llegue al extremo de seleccionar según el número de DNI, elaborando ofertas a medida de determinados candidatos», ha criticado Tomás Toranzo, presidente de CESM: «En muchos casos, esos profesionales con perfil son seleccionados mediante una entrevista y no hay nada más subjetivo».

El sindicato ha estudiado las normativas autonómicas y ha llegado a la conclusión de que apenas hay coincidencias y que, sobre todo, no hay unas normas claras sobre cómo se obtienen esas competencias especiales ni quien las acredita.

No se trata sólo de garantizar la igualdad, el mérito y la capacidad y la libre concurrencia de los candidatos, han apuntado los portavoces de CESM, sino que una regulación nacional tiene además una lógica asistencial: los mismos criterios garantizan la misma atención para los pacientes estén donde estén. Además, esto también facilitaría la movilidad profesional.

De ahí que el sindicato médico haya hecho «una llamada de atención al Ministerio, que se ha quitado de en medio en este tema, mientras que en otros asuntos sí ha reclamado su papel de liderazgo», ha criticado Toranzo.

Desde CESM proponen que los criterios ideales para cubrir estos puestos específicos deberían estar ligados a las competencias, y restringirse al ámbito hospitalario. Además, propone que la oferta de plazas de atención especializada, tanto para procesos selectivos, como para procesos de movilidad o traslado, se articule en dos modalidades diferentes.

Por un lado, una modalidad generalista, “que siga los estándares habituales de un concurso o concurso-oposición basado en un acceso universal de los especialistas con titulación válida, sistema de baremación definido y, donde corresponda, oposición mediante prueba objetiva”, según se detalla en su propuesta.

Por otro, una modalidad de acceso restringido y excluyente, para plazas de especialidad que puedan ubicarse dentro de la Áreas de Capacitación Específicas (ACE) reconocidas legalmente o en proceso de reconocimiento.

Para CESM, lo lógico es que estos puestos estén vinculados a las ACE, si bien han recordado que la regulación de su figura estaba en el decreto de troncalidad, hoy anulado. De ahí que también lo vinculen a los diplomas de acreditación o a cualquier otra figura que se cree a tal efecto, que tenga algún reconocimiento oficial en el ámbito nacional.

De hecho, la propuesta de la central plantea que, en el caso de exigir un ACE para determinada plaza, el proceso selectivo sea excluyente, pues primero se requeriría esta formación y posteriormente se valorarían otros méritos. En cambio, con otras figuras, recomienda que se establezca un baremo estándar, similar al de otros procesos, pero que se incentive la posesión de alguna de estas acreditaciones, si bien el sindicato prefiere que en este tipo de procesos el acceso sea entonces de carácter temporal.

Sobre si esperan que el proyecto salga adelante, Miralles ha puntualizado que esperan «que se llegue a un acuerdo, porque es necesario, y además las propias autonomías pueden pedir, ya sea en el Interterritorial o en la Comisión para la Formación Continuada del SNS dichas acreditaciones en función de sus necesidades asistenciales».

Rafael Carrasco, presidente del Sindicato Médico Andaluz (SMA), ha destacado que para los sindicatos autonómicos se trata de una propuesta imprescindible: «Llevamos años viendo que cada autonomía regula esto de forma distinta, que los criterios no son superponibles, y dependiendo de la fuerza de las centrales y de los gestores, ha tenido un enfoque u otro. Es bueno tener esta referencia nacional. Si siguen las cosas así, será imposible hacer traslados«.

Por otra parte, una cosa son los requisitos de acreditación de competencias, y otra su implantación dentro de las propias estructuras de los servicios de salud, y eso va a quedar totalmente en manos de las autonomías.

Basándose en la jurisprudencia existente, CESM propone que los puestos se incluyan en la plantilla orgánica y estén vinculados a la cartera de servicios del centro. Además, el acceso al puesto no implicaría que el profesional pudiera desentenderse de las tareas generalistas del servicio, si bien se insta a que se reserve un tiempo determinado a esas tareas propias.

En cuanto al sistema de selección, en primer lugar se recurriría al concurso de traslados y después al concurso-oposición. De tener que realizar una cobertura temporal del puesto, CESM propone que las vacantes se oferten a los propietarios, que las ocuparían en régimen de comisión de servicios; si no, por bolsa, y en última instancia, por convocatoria pública y abierta.

Fuente: Diario Médico