Nota de prensa del Sindicato Médico Andaluz sobre listas de espera en Andalucía.
Con respecto a la última publicación de las listas de espera por parte del Servicio Andaluz de Salud referentes a la situación en junio de 2017, este Sindicato Médico andaluz tiene que comunicar lo siguiente:
Con respecto a la última publicación de las listas de espera por parte del Servicio Andaluz de Salud referentes a la situación en junio de 2017, este Sindicato Médico andaluz tiene que comunicar lo siguiente:
Creemos, y en ese sentido coincidimos con otras fuerzas sindicales profesionales y también con la opinión de una gran parte de la población, que éstas listas no son fiel reflejo de lo que ocurre en nuestra comunidad. Nuestras informaciones, lo que nos comunican los médicos y los pacientes que atendemos, muestran una situación muy distinta.
El tiempo que un paciente debe esperar para ser intervenido es muy superior al dato de demora media que el SAS ofrece y pensamos que el número de pacientes que son considerados como no programables es altísimo.
No vamos a entrar en detalles de cómo se pueden modificar los datos para su publicación (ya se ha escrito mucho sobre el tema), pero sí diremos que en muchos casos el paciente que está en situación de no programable no es consciente de esta situación ni ha sido informado al respecto.
En cualquier caso, si admitimos los datos que el SAS ha ofrecido, y los damos por ciertos, es evidente que el número de pacientes en espera y la demora media han aumentado con respecto a años anteriores.
Los argumentos ofrecidos por el SAS para justificar este aumento son ridículos, el supuesto envejecimiento de la población no puede por si solo justificar el aumento de la demora. De hecho, según los datos del Instituto Andaluz de Estadística, el grupo de edad de los mayores de 50 años ha aumentado desde 2008 hasta la actualidad en torno a un 5%, mientras que la lista de espera en determinados grupos de pacientes ha aumentado en ese mismo periodo más de un 50%.
Por otro lado, un sistema de salud eficiente y bien gestionado debiera contemplar las variaciones de la población tanto en cantidad como en edad media y adaptarse a él para ofrecer una buena asistencia sanitaria y garantizar unos tiempos de demora adecuados.
En cuanto a los datos ofrecidos por el SAS que pueden consultarse en su página web, es decir los datos oficiales que el propio SAS reconoce y publica, se pueden sacar las siguientes conclusiones:
El número de pacientes inscritos en el registro de demanda quirúrgica y pendiente de una intervención incluida en el decreto 209/2001, es decir los que tienen una espera máxima de 180 días, ha aumentado un 56,61% con respecto al 2008 y un 5,61 con respecto al 2016. La demora media de estos pacientes ha aumentado un 25% con respecto al 2008 y un 11,86% con respecto al 2016.
En cuanto a los pacientes no programables, es decir aquellos que supuestamente están en situación de reevaluación clínica o que han pedido voluntariamente figurar como no programables, la demora media de estos pacientes ha aumentado más de un 30% con respecto al 2016.
Si nos referimos a los pacientes cuya intervención está incluida en la orden que fija el plazo máximo de 120 días, los resultados son similares: el número de pacientes ha aumentado un 40% respecto a 2008 y un 7,16% con respecto al 2016 y su demora media ha aumentado más de un 13% con respecto al año pasado. En este grupo de pacientes la demora media de los «no programables» también ha aumentado más de un 8% con respecto al año pasado.
Los datos con respecto a la demora para consultas externas o procedimientos diagnósticos no son mejores. El número de pacientes en espera ha aumentado considerablemente en los últimos años y la demora media continúa creciendo de forma alarmante hasta el punto de que en el 2017 los pacientes esperan un 15,6% más tiempo que en el 2016 para una consulta externa y casi un 90% más de tiempo para una prueba diagnóstica.
Todos estos datos son verificables en la página web del propio SAS y por tanto no son datos que este sindicato haya elaborado de forma irresponsable, sino que son extraídos, insistimos, de los datos que el SAS ofrece.
Por tanto y en conclusión debemos decir que la situación de la gestión sanitaria en Andalucía con respecto a los tiempos de demora es muy poco eficiente. Continuamente salen notas de prensa institucionales que afirman que estamos en una magnífica situación mientras que sus propios datos demuestran que cada año vamos a peor.
Esto no se va a solucionar hasta que la Junta de Andalucía no dedique suficiente presupuesto a la sanidad pública. Todos sabemos que somos la comunidad que menos invierte por habitante en sanidad. Además, es imprescindible redimensionar los recursos humanos; en los últimos años hemos perdido una cantidad enorme de efectivos y esto unido a los recortes presupuestarios nos ha llevado a la situación actual, que insistimos, desde este Sindicato Médico andaluz consideramos que es inaceptable y que cada año va a peor.
Fdo.: Comité Ejecutivo SMA