Verano de pesadilla en el SAS

La tarde de hoy, 27 de septiembre de 2023, la consejera de Salud comparecerá en el Parlamento andaluz para valorar el desarrollo del Plan Verano en la sanidad pública de Andalucía.

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Colectivos:

Anticipándonos a sus palabras, queremos denunciar lo que para nuestro colectivo y para la población necesitada de asistencia médica ha sido un verano de pesadilla.

A pesar de que la consejería anunció a finales de junio la contratación de casi 36.000 profesionales, el número de facultativos sustitutos durante las vacaciones ha sido ínfimo, muy inferior al de años anteriores.

Esta tarde la consejería recurrirá a cifras globales de contratación para ofrecer una imagen positiva del Plan de Vacaciones, pero ocultará los detalles de cada categoría. La población tiene derecho a saber cuántos médicos han sido contratados para reforzar los centros en el periodo vacacional, durante cuánto tiempo, si ha sido a jornada parcial o completa y en qué condiciones han tenido que desarrollar su trabajo. Un año más, el SAS nos ocultará esta información.

Lo que el SAS intenta ocultar es que este verano las sustituciones de facultativos han sido muy inferiores a las de otros años y a las de otras categorías. Mientras que las plantillas de enfermería prácticamente no han sufrido reducciones, las de facultativos han quedado reducidas a la mínima expresión, a menudo con un solo facultativo en un centro donde debería haber 8 o 10. La relación de estas carencias con el incremento de las agresiones es bien conocida.

El plan de la consejería para los facultativos es la “autocobertura”, es decir, que los médicos que se quedan asuman el trabajo de los que se marchan de vacaciones. En la mayoría de los centros no se ha producido ninguna sustitución. Localidades de la costa, que en verano pueden alcanzar los 100.000 habitantes, han contado en algún caso con un único facultativo, a lo que se ha añadido el cierre de puntos de urgencias y la reducción del número de Equipos Móviles. Nadie conoce mejor las dimensiones del desastre que la población que ha sufrido sus consecuencias.

La actividad de tarde se ha reducido asimismo de forma drástica, tanto en los Hospitales como en los Centros de Salud, lo que contribuirá a engrosar unas listas de espera ya disparadas, además de agravar la sobrecarga asistencial de los facultativos.

Nuestra consejera afirma con frecuencia que se está contratando a más sanitarios que nunca, pero oculta que en su mayoría no son médicos. Entre 2019 y 2022, la plantilla de médicos del SAS ha pasado de 20.338 a 23.012 (ha sufrido un descenso relativo del 19,6 al 18,9% de la plantilla), mientras que la de enfermería ha pasado de 29.694 a 35.489 (lo que representa un incremento relativo del 28,5 al 29,2% de la plantilla). La caída porcentual del número de médicos es más acusada en Atención Primaria, donde los médicos de familia han pasado de 8210 en 2019 (un 7,8% de la plantilla) a 8682 en 2022 (un 7,1% de la plantilla). En cuanto a la Pediatría de Atención Primaria, la plantilla está estancada: de 1145 en 2019 (un 1,1% de la plantilla) a 1143 en 2022 (0,9% de la plantilla). En provincias como Huelva la situación es aún más grave: la plantilla de médicos de Atención Primaria ha pasado de 534 en 2018 a 490 en 2022 (una caída del 8,3% en términos absolutos), mientras que la de enfermería ha pasado en esos mismos años de 558 a 748 (un incremento del 34%).

Si es verdad que la consejería gasta ahora más dinero que nunca en personal sanitario, ¿cómo es que ese incremento del gasto ha coincidido este verano con el cierre de más consultorios que nunca, con menos puntos de atención de urgencias que nunca, con más demoras que nunca o con las listas de espera más disparadas que nunca?

La asignación del gasto sanitario que ha llevado a cabo esta consejería de salud constituye un despilfarro, pues no se ha traducido en una mejora a la asistencia a la población. La consejería está siendo incapaz de captar y fidelizar al personal que realmente hace falta: a los facultativos, en especial médicos de familia y pediatras.

Sí hay médicos, pero no se les está buscando. Hay médicos formados y disponibles. Lo que no hay es médicos dispuestos a trabajar en condiciones precarias, mal retribuidas y expuestos a sobrecarga laboral, agresiones verbales y físicas constantes, sin respaldo institucional y sin posibilidades de conciliación familiar.

La población que ha necesitado asistencia médica este verano sabe perfectamente que la gestión llevada a cabo por la consejería de Salud ha sido un fracaso. Nosotros estamos dispuestos a negociar con el SAS las reformas necesarias para reconducir la gestión del sistema sanitario en la dirección que espera la población. Para ello es necesario que nuestros dirigentes reconozcan su error estratégico, algo a lo que por ahora no parecen dispuestos.

Comité Ejecutivo del SMA