Mañana, 12 de abril, se celebra el día de la Medicina de Atención Primaria (AP). Esta jornada volverá a brindarnos la ocasión de recordar la importancia capital que reviste para la sanidad pública la labor de los médicos de AP. Sin embargo, también nos volverá a enfrentar con la dura realidad del olvido del que son víctimas por parte de nuestros gobernantes.

Los médicos de AP contribuyen con su labor a mejorar la salud de la población y su satisfacción con el funcionamiento del sistema sanitario. Una buena Medicina de Atención Primaria reduce los costes del sistema, previene enfermedades, garantiza la salud pública y mejora el funcionamiento de la asistencia hospitalaria. A pesar de ello, la inversión en AP es cada vez menor y sus médicos soportan unas condiciones laborales inaceptables.

El Sindicato Médico fue el único sindicato de la mesa sectorial de sanidad excluido del Pacto por la mejora de la AP. Nos negamos a firmar un acuerdo que no contemplaba ninguna mejora sustancial para estos facultativos. El SAS se negó a equiparar el complemento de FRP (formación, responsabilidad y penosidad) de los médicos de AP a los de Atención Hospitalaria. De hecho, los médicos de AP son los profesionales de este sector que cobran menos por este concepto. No es posible imaginar mayor disparate.

Desde entonces, el SAS sigue negándose a negociar con nosotros sobre estas mejoras. Su inacción contribuye al deterioro de la AP y contradice sus declaraciones de buenas intenciones. La causa de que falten médicos en AP no es su escasez en la Bolsa de empleo, sino la indignante inacción de nuestros gestores sanitarios.

Cada vez más personas se ven forzadas a suscribir seguros privados para tener garantizada una asistencia médica en plazos razonables. Esta tendencia debilitará tarde o temprano el apoyo popular a la financiación de la sanidad pública. La sociedad no puede asistir pasiva a esta gestión, que conducirá a la sanidad pública, más pronto que tarde, a una crisis que podría resultar irreversible.

Los andaluces merecemos un sistema sanitario público de calidad, algo imposible si nuestra Medicina de Atención Primaria no funciona. Tenemos todo lo necesario para construir esa sanidad que anhelamos y a la que tenemos derecho. Solo falta la voluntad de nuestros gobernantes.

Comité Ejecutivo del SMA