¿Qué debo preguntar a otros residentes MIR para elegir bien hospital o centro?
Cuando el futuro MIR sabe entre que especialidades va a decidir elegir plaza llega el momento de pensar en el Hospital. Aunque en ocasiones la especialidad te hará elegir Hospital, es conveniente preguntar en hospitales. Con quién hablar y qué preguntar?.
Una vez se sabe, más o menos, qué especialidad o especialidades se desean, toca pensar en el hospital. Su elección viene determinada en gran parte por la especialidad. Aun así, «es conveniente recabar información sobre los distintos sitios que, a priori, el futuro residente tenga en mente, bien sea por conocimiento directo o por referencias», comenta Jesús Millán Núñez-Cortés, jefe de estudios y presidente de la Comisión de Docencia del Hospital Gregorio Marañón, en Madrid.
Da la idea de buscar datos históricos del hospital y de la especialidad. El objetivo es conocer si el centro resulta atractivo a los residentes. «Hay que conocer qué lugar ocupa en las elecciones de los 100 o 1.000 primeros números y cuándo se agotan las plazas de esa especialidad en ese hospital».
Con quién hablar
La información obtenida de primera mano siempre es más valiosa. Es conveniente acudir a las jornadas de puertas abiertas en los distintos centros. Pero «tampoco hay que perderse en un mar de datos, visitas y peregrinaciones por hospitales sin hacer una selección previa», señala Teresa Mozo, tutora de residentes de Medicina Intensiva del Hospital del Henares, en Madrid.
Las visitas permiten tomar contacto con el centro, las unidades docentes concretas, las personas que participan en la formación de especialistas y con los propios residentes.
Según Millán, se debe hablar con todos ellos, no sólo los residentes. «No sería suficiente si no hablaran con los responsables de la formación: tutores, miembros de la comisión de docencia y jefe de estudios. Ellos pueden responder a las preguntas sobre cómo el hospital encara la formación».
Qué preguntar
El jefe de estudios insiste en que se pregunte todo lo que le permita conocer la realidad del entorno donde se va a realizar su formación. Estas preguntas serían:
• ¿Cuántos residentes al año hay?
• ¿Volverías a elegir esa especialidad y centro? Millán señala que la respuesta a esta pregunta les puede orientar, a pesar de la gran dosis de subjetividad que pueda acarrear.
• ¿Cuál es el número de ingresos? ¿Qué tipos de patología se tratan? ¿Cuáles son los indicadores asistenciales de rendimiento?
• ¿Cuál es el régimen de guardias?
• ¿Cómo son las rotaciones externas e internas?
• ¿Cuál es el horario?
• ¿Cómo es la relación con otros servicios?
• ¿La formación forma parte de las líneas estratégicas del hospital o es una actividad secundaria?
• ¿Se cumple el programa formativo?
• ¿Hay garantía de una evaluación objetiva?
• De lo que conoces o te informan, ¿se puede deducir que los tutores son accesibles y fomentan un clima de respeto mutuo?
• ¿Los docentes tienen habilidades formativas y de comunicación?
• ¿Se fomenta el trabajo en equipo y el residente se siente en un entorno seguro?
• Además de tener la oportunidad de aprender los procedimientos clínicos, ¿se estimula el autoaprendizaje?
• ¿Se ofrece orientación profesional para el futuro?
• ¿Existe un apoyo de la dirección del centro?
• ¿Hay una organización correcta, con normas y pautas conocidas y bajo el control de la estructura docente? (Comisión de Docencia y Jefatura de Estudios)
• ¿Hay posibilidad de investigar?
Con toda esta información, el futuro residente tendrá más conocimientos para tomar una decisión final.
Fuente: Diario Médico