En un reciente comunicado, la Junta de Andalucía ha anunciado que eximirá del requisito de nacionalidad a los médicos extracomunitarios que opten por trabajar en el SAS. Al respecto, el comité ejecutivo del SMA desea hacer las siguientes consideraciones.

Todos los médicos extranjeros, extracomunitarios o no, que llegan a España para contribuir al buen funcionamiento de nuestro sistema sanitario cuentan con nuestro respeto y apoyo. De hecho, muchos están afiliados a nuestra organización para la protección de sus derechos.

Actualmente ya existen muchos médicos extracomunitarios trabajando en nuestro país. Aunque la ley les impide acceder a la condición de estatutarios y, por tanto, trabajar en el SAS, esta restricción fue levantada con ocasión de la pandemia de covid-19. Desde entonces muchos centros de Atención Primaria funcionan gracias al trabajo de estos compañeros.

Recientemente, tras el fin de la pandemia, ha vuelto a entrar en vigor la norma que prohíbe contratar a extracomunitarios como personal estatutario. Ello ha obligado a ofrecerles otras modalidades de contrato, lo que conllevaba una merma retributiva para estos compañeros, una discriminación que ha sido criticada y combatida desde nuestra organización. La medida anunciada por la Junta podrá resolver este problema a unos compañeros que en muchos casos se han formado vía MIR en España.

No obstante, mucho nos tememos que lo que pretende el SAS con la medida anunciada no es reparar una injusticia.

La incapacidad del SAS para retener a sus médicos en el sistema público, especialmente en el ámbito de la Atención Primaria (AP), es bien conocida. El último acto único fue un fracaso, quedando la mayoría de las vacantes ofertadas sin cubrir. La razón es la discriminación retributiva y las pésimas condiciones de trabajo que soportan los médicos de AP.

El SAS se ha negado a poner fin a esta grave desigualdad, que está dejando sin médicos la AP andaluza. Su voluntad de perpetuar esta precariedad laboral y retributiva queda ahora de manifiesto. La eliminación del requisito de la nacionalidad para trabajar en el SAS pretende captar profesionales que acepten peores condiciones de trabajo que los nacionales, y así lo declara de manera expresa en su comunicado: esta medida pretende cubrir “los puestos de difícil cobertura por la inexistencia de candidatos/as o no elección de esas plazas por los residentes que finalizan al no considerarlas atractivas”.

El SAS renuncia así a poner fin a la precariedad de la medicina de AP. En lugar de hacerlo, recurre a médicos extracomunitarios de los que espera una sumisión que no encuentra en los nacionales. Esta medida no solo es indigna, sino también inútil. ¿Acaso espera la Junta que, una vez conseguida la nacionalidad, los médicos que ahora acudan a nuestra comunidad permanezcan atados a una institución que no les muestra respeto?

Con este anuncio el SAS demuestra que desprecia a nuestra profesión y a la medicina de AP. Sus actuales gestores, haciendo gala de una manifiesta incompetencia, pretenden resolver sus problemas con más precariedad y menos respeto. Se equivocan. El SMA seguirá exigiendo la igualdad de derechos de los médicos de AP, no importa cuál sea su nacionalidad, con respecto a sus compañeros de hospital. Esta es una cuestión de justicia a la que nunca vamos a renunciar.

Comité Ejecutivo SMA-F