Un año después de que el Foro de la Profesión Médica aprobara por unanimidad promover la declaración de la relación médico-paciente como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, Patricio Martínez, coordinador del proyecto, ha presentado este miércoles ante los medios el documento final que marca el pistoletazo de salida a la agenda marcada. 

«Me encuentro como un niño con zapatos nuevos», ha dicho Martínez, presidente de honor de CESM, recordando que quien primero planteó la cuestión de la relación afectiva entre médico y paciente fue Albert Jovell, aunque en aquellos momentos las prioridades de los médicos eran otras como para empezar a centrarse en eso. «Es algo necesario porque es un bien social, lo tenemos que intentar conservar y hacerlo de la forma en que lo hemos conocido, porque hay algo que todos vamos a ser, más tarde o más temprano: enfermos«, ha señalado. 

El coordinador del proyecto ha resumido los principales beneficios y amenazas de la relación actualmente, ha agradecido todo el trabajo realizado por el Foro de la Profesión Médica y por las asociaciones de pacientes y ha hecho hincapié en que «si conseguimos llegar a la Unesco, muy bien, pero en cualquier caso hemos sembrado la semilla de la inquietud para que se considere un bien social y se defienda». 

El calendario que tienen por delante señala que en otoño intentarán ir a la Academia de Ciencias Médicas para centrarse luego en visitas de tipo protocolario, para lo que cuentan con el apoyo explícito tanto de la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, como de la exministra y actual presidenta del Congreso, Ana Pastor. 

De momento ya han dado el primer paso, ya que según ha anunciado Martínez, este martes por la noche «se ha presentado la moción para que el Gobierno tome en consideración mandar a la Unesco la relación médico-paciente. La firmó el PP, y ahora la Comisión de Sanidad de Congreso y Senado deberán aprobarla para que se pase al Pleno. Además, este es uno de los pocos proyectos que pasarán por allí que no necesita financiación», ha defendido.

Foto de familia de los participantes en el proyecto de declaración de la relación médico-paciente como Patrimonio de la Humanidad.

Antes del coordinador del proyecto ha intervenido Miguel Ángel García, secretario de Estudios Profesionales de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), quien ha hecho un repaso por las principales etapas de la Medicina hasta nuestros días, desde la Medicina Hipocrática al llamado Nuevo Profesionalismo. «El motivo para pedir esto a la Unesco es doble: proteger y promover, ver qué compromiso alcanzaría la Unesco y el Gobierno tendrá que exponer qué medidas vamos a desarrollar para protegerlo también», ha explicado. 

El acto ha estado presentado por Serafín Romero, presidente de la Organización Médica Colegial (OMC) quien ha aprovechado también para agradecer el trabajo a todos los implicados y para asegurar que al proyecto ahora le queda la parte política, social y de difusión profesional. «A partir de este curso todas las actividades se van a impregnar de la relación médico-paciente; las de entorno laboral, las de entorno formativo, las profesionales, todo se debe impregnar», ha apuntado. 

Romero también ha aprovechado que se cumple el vigésimo aniversario del asesinato de Miguel Ángel blanco para establecer un paralelismo entre el espíritu de Ermua nacido entonces y este miércoles, «en el que visualizamos algo esencial, algo que es el espíritu de la profesión médica. Hoy damos el pistoletazo de salida a algo esencial, que es la relación médico-paciente», ha asegurado. 

En la presentación también han participado los pacientes, que han asegurado que para que la relación funcione tiene que ser bidireccional. «Pretendemos salvaguardar la relación, nos tenemos que proteger de esta tecnificación, que pese a que es muy útil, ha llevado a la deshumanización del trato, un trato que hay que recuperar, y esto lo da la relación», ha defendido José Luis Baquero, del Foro Español de Pacientes.  

De momento, el proyecto ha tenido ya contactos también internacionales para darle más fuerza, principalmente con Portugal y Latinoamérica, y también con la Federación Europea de Médicos Asalariados, y estiman que contarán con un recorrido de en torno a los 3 años hasta alcanzar el objetivo.     

Fuente: Redacción Médica