Así escucha la administración a sus médicos: El SAS triplica las citas en Atención Primaria para lograr ‘demora cero’
La histórica demanda de los médicos de familia es dedicar diez minutos para cada paciente; sin embargo, llegan a tener hasta tres asistencias en tan sólo cinco minutos. Serán sordos? O les da igual la atención de los pacientes?
La falta de sustituciones de las bajas y jubilaciones de facultativos unida a los periodos de mayor afluencia de pacientes ha provocado que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) triplique las citas en Atención Primaria. El objetivo de este sistema es que haya demora cero, es decir, aligerar la espera para la asistencia al médico de familia que, a veces, puede ser de tres y hasta cuatro días.
El SAS ha adoptado dos métodos para acelerar las atenciones. Por una parte, a los facultativos, que deberían atender a un paciente cada cinco minutos, les introducen uno y hasta dos enfermos en ese intervalo de tiempo. De esta forma, pueden tener uno a las 11:00, otro a las 11:03 y otro a las 11:05. Eso en el mejor de los casos, porque en otros llega a haber hasta dos bises, como llaman los profesionales a estas citas que se introducen en medio de las establecidas por norma (las que se dan cada cinco minutos), según destacan fuentes del Sindicato Médico de Córdoba (Simec).
Por otra parte, estas fuentes explican que otro método viene dado cuando una persona pide asistencia de urgencia en el mostrador de su centro de salud. Cuando ya no quedan convocatorias para su médico, ésta coincidirá con otra ya dada anteriormente, ya sea desde el mismo mostrador o a través del teléfono de Salud Responde.
Estas circunstancias reducen el periodo de espera del enfermo pero también el tiempo de atención que recibe en la consulta, además de crear crispación. A su vez, aumenta la saturación de los médicos, que -teóricamente, según este sistema- deberían ocupar uno o dos minutos en cada atención. En la práctica, en ese par de minutos al paciente ni siquiera le da tiempo de contar al facultativo los problemas por los que acude a su consulta.
Si bien esto no ocurre siempre, fuentes del Simec indican que es «bastante frecuente», sobre todo en épocas de mayor demanda asistencial, como puede ser con los resfriados y en época de gripe. Esto provoca congestión en los centros de salud y, con ello, aumento del estrés de los profesionales, que además cuentan con un tiempo escaso para decidir el diagnóstico del enfermo y establecer su tratamiento o posible derivación al especialista.
Esto significa que si el cupo diario de atenciones es de 50 personas y se completa, se continúa ofreciendo citas mediante este sistema, de manera que en las estadísticas nunca se rebasa ese máximo de asistencias, pero en realidad son muchos más los que ese galeno ha atendido en una única jornada de trabajo.
Con esta situación cada vez queda más lejos la histórica demanda de los médicos de familia de disponer de diez minutos para cada atención sanitaria y con ello ofrecer un mejor trato al paciente que llega hasta su consulta.
No es la primera vez que el SAS utiliza una medida de este tipo. Como ya denunció El Día, hace tiempo que se duplican las citas para el especialista para maquillar las listas de espera. De esta forma, se consigue «engañar» al sistema informático de la Administración sanitaria, de manera que existe una realidad estadística y otra asistencial, según reconocieron desde el Simec. Una vez en la sala de espera, la demora puede ser larga debido al alto número de pacientes citados para el mismo día y hora, el doble de lo normal.
Sin embargo, esa duplicidad en las convocatorias no queda reflejada en las anotaciones estadísticas del Servicio Andaluz de Salud, sino que consta que la mitad de ellas corresponden a acciones de los galenos especialistas y el otro 50% a los enfermeros (aunque todos los pacientes vayan a la consulta del primero).
Esto hace que se rebajen las listas de espera sin necesidad de aportar más recursos sanitarios, ya sean técnicos o humanos, puesto que toda la carga laboral cae sobre los médicos, que son lo que sufren estas medidas.
Fuente: El Día de Córdoba