Cámaras y vigilantes de seguridad en los centros de salud para frenar las agresiones de los pacientes.
Después de las agresiones de Salamanca, hay que valorar el uso de cámaras y vigilantes de seguridad en los centros más conflictivos. Otras medidas que exigen los médicos son los botones antipánico o una nueva disposición del mobiliario de las consultas.
Los médicos se manifestan ante las últimas agresiones sufridas por varios sanitarios en Salmanca. La segunda en la última semana. La profesión reclama más cámaras de televisión y vigilantes de seguridad, al menos en los centros o lugares de trabajo más conflictivos, como son los servicios de urgencias, tanto en atención primaria como hospitalaria, y un Plan de Formación para abordar las situaciones violentas, entre otras cosas.
Así lo ha manifestado el Colegio Oficial de Médicos de Toledo, que «muestra su solidaridad con el médico del centro de salud de Salamanca, agredido hasta en dos ocasiones por los familiares de un paciente, llegando incluso a hacerlo a las puertas de Comisaría».
Los médicos de Toledo alertan que «las agresiones se van haciendo cada año más graves y frecuentes, por lo que solicitamos que se desarrolle por fin el Plan General de Prevención de Riesgos Laborales del Sescam, firmado en 2003, y que al igual que existe en otras regiones, se defina con urgencia un Plan de Prevención y Atención a incidentes violentos en el ámbito sanitario, donde se contemple la creación de un Observatorio Regional de las Agresiones al Personal Sanitario».
El Colegio pide al Sescam que considere «la urgente creación de condiciones positivas que tiendan a la prevención y control de los factores de riesgo laboral» y proporcione a sus trabajadores un «adecuado nivel de prevención», estableciendo las directrices de su actuación y política preventiva a través del citado Plan, «así como la creación de Observatorio Regional de Agresiones en el Ámbito Sanitario».
Estas medidas deberían tomarse por parte de todas las administraciones para proteger a los sanitarios y endurecer las penas. De esta manera, el agresor se lo pensará dos veces.
Fuente: Redacción Médica