CESM propone un Pacto de Estado en sanidad que impida la quiebra del sistema.
CESM ha celebrado su Congreso anual en medio de fuertes críticas al Gobierno en funciones y a los partidos políticos.
La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), que agrupa a más de 50.000 médicos españoles, lo que la convierte por derecho propio (y porque así se refleja también en las elecciones sindicales que tienen lugar cada cuatro años) en la principal entidad representativa de los facultativos españoles, ha celebrado este fin de semana en A Coruña su XII Congreso bajo un lema que tiene la virtud de compendiar la filosofía que mueve el espíritu de la organización: “El médico es la garantía del SNS”.
Con ello estamos diciendo –explicaron los portavoces de la Confederación– que queremos convertir más que nunca al profesional en el eje de la necesaria recuperación del sistema público, después del deterioro provocado por gestores y políticos.
Su criterio es que la preocupante situación en la que se encuentra el Sistema Nacional de Salud no tiene que ver con el color político del Gobierno en funciones, ni con la composición, probablemente más heterogénea, del entrante, sino con los recortes experimentados en los últimos años y, sobre todo, con la pérdida de oportunidad para racionalizar estructuras, modernizar material y equipos, y equiparar salarios y condiciones laborales con Europa cuando era posible hacerlo, antes del inicio de la crisis.
Recordaron a su vez que, según datos del propio Ministerio de Hacienda, los presupuestos sanitarios de todas las comunidades se han reducido en más de 8.000 millones de euros desde 2010, lo que hace que la situación sea desesperada en términos financieros, máxime si se tiene en cuenta que el porcentaje de PIB del que se partía en ese año (6,5%) ya se encontraba 3 puntos por debajo de la media que invierten los países europeos con los que habitualmente nos comparamos.
EL MÉDICO, GARANTÍA DEL SNS
Esos recortes, que la UE presiona para que vayan a más como un modo fácil de poner coto al desbocado déficit de las cuentas públicas españolas, se están traduciendo en abultadas y crecientes listas de espera y, en definitiva, en menos recursos humanos y técnicos para atender debidamente a los ciudadanos.
Los médicos estamos obligados a denunciar esta situación, que podría ser peor si no fuera porque a pesar de que casi la mitad del dinero recortado ha repercutido sobre nuestras nóminas, la entrega vocacional que nos caracteriza nos ha llevado a apretar los dientes y hacer frente con espíritu de sacrificio a las penurias y la insoportable presión asistencial en que se desenvuelve a diario nuestro trabajo.
En un momento en que el SNS está en peligro, es más importante que nunca que los Sindicatos Médicos nos planteemos qué debe hacerse para defender la sanidad pública. Y este XII Congreso CESM ha sido una buena oportunidad para ello.
En él se ha pedido que los profesionales del SNS, su aval más importante, recuperen el papel que les corresponde en el funcionamiento del mismo, lo que requiere –como primera medida– recuperar las condiciones estructurales, laborales y presupuestarias previas a la crisis, además de poner fin a la ineficacia burocrática mediante una participación más activa del médico en la gestión de los servicios.
PACTO DE ESTADO
Los médicos estamos obligados igualmente a denunciar que los políticos siguen siendo incapaces de llegar un Pacto de Estado en sanidad pese a que existe un amplio consenso en la sociedad, y también entre los propios partidos, sobre el rumbo a seguir.
Los objetivos ampliamente compartidos, y asumidos por CESM, pueden sintetizarse en los siguientes puntos:
– Una sanidad con gestión pública y con presupuestos suficientes para garantizar el derecho de todos los ciudadanos a recibir una asistencia de calidad.
– Un nuevo modelo de financiación de acuerdo con los principios de cohesión territorial, igualdad y equidad en el acceso a las prestaciones.
– Un órgano auténtico de gobierno que vertebre a los 17 servicios autonómicos de salud, facultad ésta que corresponde por ley al Consejo Interterritorial pero que hasta ahora se ha abstenido de ejercer.
– Mejorar la eficiencia del SNS mediante un plan de reformas que contemple la reducción al mínimo de la burocracia, la coordinación entre los niveles de atención primaria y especializada, y la adecuada planificación de los recursos humanos y técnicos.
– Definir una cartera común de prestaciones para todo el país.
– Tarjeta sanitaria individual común para todo el SNS, en la que debería estar incorporada el historial de cada paciente.
– Garantizar la libre movilidad de pacientes y profesionales.
Estos son los mimbres del Pacto de Estado deseado, y que hasta la fecha no ha sido posible porque los principales partidos, de puertas hacia dentro, reconocen su necesidad pero luego no se resisten a utilizar la sanidad como objeto de confrontación política permanente.
PROGRAMA DE TRABAJO
En respuesta al diagnóstico de la situación actual, marcado por los recortes, el acuciante déficit de profesionales en determinadas especialidades, las masivas jubilaciones obligatorias en los próximos años y la falta de relevo generacional, el programa del XII Congreso de CESM se ha estructurado en torno a un amplio programa que giraba en torno a la idea-fuerza de que los médicos, por vocación y competencia, son los profesionales más capacitados para enderezar el extraviado rumbo de una sanidad pública.
De hecho, una significativa porción de las 16 ponencias programadas se ha dedicado a analizar la encrucijada actual del SNS y proponer soluciones para su estabilidad basadas en una mejor financiación y en optimizar su gestión de la mano de quien mejor puede hacerlo: el médico.
Asimismo, se ha pedido volver, como mínimo, a las condiciones presupuestarias y estructurales previas a la crisis, y recuperar la fuerte pérdida salarial (25% de media) que los médicos han sufrido desde 2010.
La necesaria calidad del empleo, deteriorada hoy por la alta proporción de contratos eventuales o interinos, ha sido igualmente objeto de debate.
También se han realizado propuestas en materia de jubilación y, relacionado con ello, sobre nuestras pensiones, que estarían mejor garantizadas si se tuviera en cuenta las muchas horas de trabajo efectivo (por encima de las 40 horas semanales) que los facultativos estamos obligados a hacer.
En el capítulo de servicios, ha habido espacio para hablar sobre formación continuada y cómo mejorar la atención jurídica a nuestros afiliados, y se ha dejado la puerta abierta a crecer en otros campos que hasta el momento se han tenido algo olvidados o que la marcha de los tiempos (revolución tecnológica incluida) así lo imponen.
Asimismo, CESM, volcada tradicionalmente en el sector público, no ha dejado esta vez al margen el papel de los médicos del ámbito privado en nuestro sindicato.
Fuente: CESM