Desde Málaga hablan los pacientes… «La Junta está privatizando la Sanidad para especular con ella»
Un profesor llama a los malagueños a participar el próximo día 27 en una manifestación contra la fusión y las carencias asistenciales. Primero los profesionales y ahora los pacientes se rebelan contra la gestión sanitaria de la Junta.
La movilización ciudadana contra los recortes sanitarios sigue imparable. Granada abrió el camino con una multitudinaria manifestación el pasado 16 octubre, Huelva se echará a la calle el próximo día 27 y ahora Málaga se suma a esta corriente con una protesta convocada el mismo día que la marcha onubense.
De nuevo, una persona a título particular ha pedido todos los permisos a las autoridades porque «la gente está cansada de siglas, sindicatos y partidos con intereses», asegura a LA RAZÓN Jonathan Andrades, iniciador del movimiento.
Este profesor de lengua y literatura se considera «enamorado de mi tierra» e «indignado, no sólo por la sanidad, sino por la situación de marginalidad que sufre la provincia de Málaga». «En el trabajo me llaman ‘malaguita’, celebro el día de la provincia de Málaga y doy la cara por mi tierra», asegura sin rodeos, por lo que, siguiendo estos principios, creó una asociación para denunciar los «continuos agravios que venimos padeciendo».
Andrades enumera en cascada los motivos de la manifestación: «Tenemos 500 camas por debajo de la media andaluza, 1.000 plazas de enfermería por debajo de la media nacional, somos la provincia española con la lista de espera para intervenciones quirúrgicas más abultada, tenemos la ratio cama pública-enfermero por habitante más baja de Andalucía y se han despedido a casi 1.000 enfermeros desde 2010». Además, se reivindicará «un tercer hospital para Málaga capital, la rehabilitación del Marítimo de Torremolinos, la ampliación del Costa del Sol de Marbella, la apertura del hospital de Ronda y la puesta a punto del de la Axarquía».
El manifiesto que se leerá en la protesta incidirá también en la «dignidad, pero no sólo del paciente, sino de los profesionales». A su juicio, «la Junta está privatizando la sanidad para especular con ella», un proceso que en Málaga, al igual que en otras provincias andaluzas, se traduce en conciertos sanitarios. «Estamos hablando de subcontratas, mordidas… Hay una mafia que lleva gobernando más de 30 años nuestra región y eso debe terminar».
¿Lo más urgente? «Atajar la reducción de enfermeros», asegura Andrades, al tiempo que recuerda la experiencia de una enfermera, cuyo caso se hizo viral en las redes sociales, «a la que dejaron sola con 30 pacientes en una planta. Se tuvo que dar de baja y la Junta, en vez de contratar más profesionales, la expedientó». Junto a ello, denuncia que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) «no hace más que cerrar camas y consultas durante el verano», una práctica que repercute luego en las urgencias, «colapsadas» en el hospital Clínico y en el Carlos Haya. A pesar de las diferentes protestas que llevaron a cabo los profesionales sanitarios a las puertas de ambos centros, el proceso de fusión avanzó sin que cuajara un fuerte movimiento contestatario. Andrades lo achaca a que «en la profesión médica, más que conservadurismo, hay miedo». «En Málaga hemos sido más pasivos por miedo a las consecuencias, a las represalias y a los chantajes de las gerencias de los hospitales, que son las que controlan al personal».
Sobre la figura de Jesús Candel «Spiriman», que está encabezando la movilización granadina, sólo tienes palabras de elogio. «Es un mesías. De hecho, tuve la oportunidad de decírselo», señala, puesto que «la gente necesita referentes para tener esperanza». «Pude vivir en primera persona lo que ocurrió allí el 16 de octubre y fue muy emocionante. Poder conseguir eso en Málaga sería para mí un orgullo».
Sus previsiones son optimistas. Tanto que espera reunir a 15.000 ó 20.000 personas el día 27. «Va a venir mucha gente de Granada y en Málaga hay una plataforma –denominada ‘por la calidad de la sanidad malagueña’– que ha animado a sus seguidores a apoyar la marcha». También hay partidos políticos que la han apoyado, aunque advierte de que «para cualquier partido de la oposición viene bien una convocatoria de este tipo para hacer daño». Las críticas ya le han venido por parte del PSOE, que lo acusa de «separatista» y de organizar una manifestación «política». «El PSOE quiere distraer y extender la dictadura del miedo para que esto no sea un éxito», defiende.
Fuente: La Razón