El director-gerente del Complejo Hospitalario (CHUH), Rafael García Vargas-Machuca ha dejado su cargo que ha sido asumido, de manera temporal, por quien hasta ayer era subdirector de este mismo centro hospitalario: Basilio Bernad. 

El momento sin duda es delicado, ya que el CHUH se ve sumido en una situación en la que el incremento de las listas de espera se ha desbordado en buena parte de la actividad que se realiza en este centro sanitario. También queda una sentencia contraria a su actuación antes de la oficialización de la fusión y una actuación de la Fiscalía sobre la gestión de las listas de espera.  

La noticia corrió como la pólvora en la mañana de ayer por todos los centros, incluido el CHUH, y coincidió con una concentración de la junta de personal del Infanta Elena en la que se quería denunciar la «tiranía y el oscurantismo de la dirección del hospital». 

Aunque desde ciertos ámbitos, y sobre todo desde final del verano, se hablara de que la dimisión se haría efectiva en este mes de octubre, no por ello la noticia ha dejado de coger por sorpresa a muchos de los trabajadores de la plantilla. 

Desde que en 2009 arrancara el proceso de unificación, el camino no ha sido fácil para quien hasta hace pocas horas ha sido gerente. El escollo más importante fue el de sus relaciones con los representantes de los trabajadores, es decir, con las juntas de personal. Vargas-Machuca siempre defendió contar con el apoyo de los profesionales expresado en los responsables de las Unidades de Gestión Clínica. Sin embargo, las juntas de personal lo acusaron en bastantes ocasiones, de ninguneo. 

El debate y la confrontación se fueron haciendo cada vez más broncos y se plasmó en el juicio por lo contencioso que tuvo lugar en julio de 2015. Su sentencia entendía que la fusión realizada no era conforme a Derecho: «La actuación material constitutiva de vía de hecho del SAS, en relación con la fusión de los hospitales», venía «siendo realizada por personal incompetente y en ausencia de la normativa oportuna». De este modo, la sentencia anulaba todos los actos derivados de tal actuación». Sin embargo, ese mismo día, Salud emitía un comunicado en el que validaba lo realizado por la dirección-gerencia. 

El Satse desveló, en julio de este año, un documento interno en el que el CHUH reconocía la situación adversa de las lisas de espera que fue publicado por este periódico. A raíz de este documento, el Satse recurrió a la Fiscalía por entender que había habido un total «desprecio a los pacientes» por saltarse «de manera maliciosa la legalidad vigente». El mes pasado, la Fiscalía incoó diligencias para investigar la situación expuesta por el sindicato. 

Durante estos años los sindicatos han denunciado un deterioro constante de las condiciones laborales y la atención sanitaria. 

Fuente: Huelvainformación