El pasado día 23 de noviembre, se publicó en Redacción Médica un artículo que recoge las palabras del experto en sanidad del PSOE, Rafael Bengoa, en el que asegura que «no hacen falta más médicos». 

En el cuerpo de la noticia explica más adelante el Sr. Bengoa, que «no hace falta más gente que haga medicina, hacen falta más enfermeros», y continúa diciendo que «la enfermería va a jugar un papel más importante del que lo ha tenido hasta ahora».

No dudamos de lo importante que es el papel de la enfermería, pero decir que no hacen falta más gente que haga medicina es que no conoce la realidad de la sanidad.

En Andalucía tenemos un Sistema Sanitario Público que goza de unas enormes listas de espera, tanto para pruebas diagnósticas como de actividad quirúrgica, aunque el Servicio Andaluz de Salud (SAS) se empeñe en maquillarlas, tenemos cierre de camas, una Atención Primaria en la que los médicos atienden una media de 60-70 pacientes al día, con una medida de 5-7 minutos por paciente, sin tiempo para actividades de prevención y promoción de la salud, la formación continuada o la investigación, y todo ello porque la sobrecarga laboral viene supeditada precisamente por la falta de médicos y por la política del SAS de no sustitución.

Ahora podemos entender mejor lo contento que ha estado el SAS con la hiriente tasa de reposición impuesta por el gobierno de la nación y que tanto daño ha hecho a nuestra sanidad, pues el partido que sustenta al Gobierno de la Junta de Andalucía, según estas declaraciones, está convencido de que no hacen falta más médicos.

En Andalucía hemos tenido una doble tasa de reposición: la del gobierno de la nación y la del gobierno andaluz. La nacional ha sido primero del 10 % y luego del 50 %, y la del gobierno andaluz ha sido la de no sustituir las plazas, pues está en su convicción que no hacen falta más médicos, y que seguir con esta política de no sustituciones les va muy bien, a pesar de mantener a los profesionales con agendas de trabajo que ni se acercan al mínimo de dignidad tanto para los profesionales como para el paciente y ni que decir tiene, del riesgo que supone la falta de tiempo para cometer posibles errores médicos.

Fdo. Comité ejecutivo SMA