La tercera y última jornada de huelga en los servicios de Hemodinámica del Hospital Macarena y del Virgen del Rocío convocada por el Sindicato Médico de Sevilla terminó ayer con 16 intervenciones suspendidas (diez en el Macarena y seis en el Virgen del Rocío) y un seguimiento de casi el 100% de la plantilla afectada. 

Los médicos exigen reconocimiento al Servicio Andaluz de Salud (SAS) por la sobrecarga que ha supuesto el Código Infarto, un protocolo que requiere la activación de los equipos fuera del horario ordinario para aplicar la angioplastia primaria (cateterismo cardiaco de urgencia), la técnica más eficaz tras una parada cardiorrespiratoria. 

Este protocolo comenzó a funcionar en Sevilla en 2010 y desde entonces las intervenciones durante las guardias, fuera del horario ordinario, en las salas de Hemodinámica han aumentado de manera considerable: según datos del SAS estas intervenciones han aumentado un 40%. El propio protocolo de 2010 contempla incentivos a los profesionales para compensar la sobrecarga de trabajo. De dos o tres activaciones durante las guardias en una semana, a partir 2010, los equipos de Hemodinámica han pasado a acivarse en torno a cinco veces en sólo tres días. Se trata de una asistencia imprevisible, en todo caso, ya que se trata de urgencias. 

Los enfermeros y auxiliares que trabajan en estos servicios hospitalarios también secundaron a mediados del pasado mes otra huelga por los mismos motivos. El sindicato de Enfermería Satse y los responsables hospitalarios mantienen abiertas negociaciones para finalizar el conflicto, al menos, de manera transitoria, hasta que el SAS resuelva el Código Infarto con una resolución de ámbito autonómico. 

De momento, la incorporación de este protocolo ha sido muy desigual en Andalucía, en función de la dirección-gerencia de cada centro. Por ejemplo, en hospitales de Granada y Málaga, los especialistas están recibiendo incentivos; al igual que ocurre en el Valme; mientras que en otras ciudades este protocolo aún no se ha implantado. 

La plantilla afectada la integran diez médicos hemodinamistas (cinco trabajan en el Macarena y otros cinco en el Virgen del Rocío). El Sindicato Médico de Sevilla explicó ayer que aún no ha recibido ninguna propuesta formal por parte de los responsables hospitalarios para solucionar este conflicto. 

La jornada de huelga que terminó ayer comenzó el pasado lunes 9 de mayo con tres días de paros, que han supuesto la suspensión de 30 intervenciones en los dos hospitales de la ciudad. Durante los paros médicos se han mantenido los servicios mínimos necesarios para asistir a las emergencias y urgencias.

Fuente: Diario de Sevilla