El SAS cierra camas en verano sólo por criterios económicos.
La Junta reducirá como mínimo 3.000 camas en hospitales andaluces. También se clausuran quirófanos y se deja sin sustituciones al personal sanitario. El nuevo consejero dijo que no se cierran camas, sino que baja la tasa de ocupación.
Ampliando la información sobre el cierre de camas para el plan vacacional del SAS, leemos algunas declaraciones de los representantes sindicales informando del criterio economicista de esta medida.
«No se cierran camas [hospitalarias], lo que pasa es que hay camas que no se ocupan porque la tasa de ocupación en verano es menor, pero están a disposición. No nos la llevamos al sótano y cuando pasa el verano las volvemos a sacar».
Estas declaraciones del nuevo consejero de Salud, Aquilino Alonso, en las que llegaba a bromear sobre el cierre de unas 3.000 camas de hospitales andaluces durante este verano, que días antes había denunciado el PP, no han sido acogidas precisamente con humor por parte de sindicatos de sanidad y profesionales, que entienden que Alonso, quien tiene fama de persona dialogante y sensata, ha tirado a las primeras de cambio de los eufemismos de siempre y de bromas de mal gusto para tapar los recortes aplicados por la Junta en la Sanidad pública.
Y es que, hablando en serio, sindicatos y profesionales reprochan al consejero, en primer lugar, que no es cierto que en verano baje la demanda sanitaria -algo que podría discutirse, en todo caso, en algunos lugares del interior, pero no en la costa y las zonas turísticas-, como da a entender, sino que es la propia Junta la que genera la bajada de la ocupación de camas, cerrando quirófanos y no sustituyendo a los profesionales con motivos casi exclusivamente económicos.
Es decir, que la supuesta baja ocupación de la que habla el consejero es promovida por la Consejería, y no se trata de una circunstancia provocada por la temporada veraniega. Algo que, por otra parte, se traduce en el lógico aumento de las listas de espera, ya que se van a cerrar más de la mitad de los quirófanos de hospitales públicos andaluces, de forma que sólo se mantendrán las intervenciones urgentes. Esto supondrá que miles de intervenciones quirúrgicas dejarán de realizarse.
El cierre de los quirófanos, junto a la no sustitución de muchos profesionales y a las sustituciones al 75% de sueldo y jornada, llevará al consiguiente cierre de casi 3.000 camas en toda la comunidad autónoma, una cifra que aunque no es todavía oficial, se acerca a la del año pasado, y podrá aumentar, al igual que sucedió en 2014, cuando las previsiones realizadas en junio también se sobrepasaron ampliamente en agosto. De esta forma, se cerrarán aproximadamente el 22% de las camas existentes en los hospitales andaluces.
Las camas se cierran, no quedan en reserva, ya que es prácticamente imposible abrir las cerradas en un plazo inferior a 72 horas, y mucho menos en verano, cuando muchos profesionales están de vacaciones. Las camas se cierran para ahorrar.
«¿Pero por qué se empeñan los dirigentes políticos y sanitarios en no reconocer los recortes por motivos económicos?» La pregunta se la hacen muchos profesionales, que se sienten indignados porque, a su entender, se intenta tomar el pelo a los andaluces cuando se habla de bajada de demanda y de camas en reserva. Aunque por otra parte también entienden que reconocer los recortes no cuadraría mucho con los anuncios del PSOE sobre el supuesto blindaje de la sanidad y la educación.
Antonio Rico, presidente del Sindicato Médico Andaluz, se muestra especialmente crítico por esta falta de transparencia del Gobierno autonómico y el SAS. «Se cierran camas, como todos los veranos, y no se sustituye a los profesionales; y se hace en todos los sitios, también en las zonas costeras donde aumenta la población en verano, lo cual demuestra que el motivo fundamental es el económico», dice. «No entiendo por qué la Administración no es transparente, porque debería decirse la verdad. Igual hasta la entenderíamos y los recortes se criticarían en menor medida», añade.
Fuente: El Mundo