El SAS destina 734 millones a conciertos con la privada tras recortar drásticamente la actividad de los centros públicos

El pasado sábado 30 de septiembre la prensa daba a conocer la noticia de que el SAS destinará 734 millones a conciertos con centros privados para reducir la lista de espera en pruebas diagnósticas e intervenciones quirúrgicas.

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En relación con esta noticia, desde el Sindicato Médico Andaluz queremos hacer las siguientes consideraciones.

En primer lugar, los conciertos con la privada no los ha inventado el actual partido en el Gobierno andaluz. Anticipándonos a quienes pretendan desvirtuar este debate tiñéndolo de valoraciones partidistas, debemos recordar que la anterior Administración hizo un uso profuso de los conciertos con la privada y que nuestras críticas fueron tan duras entonces como lo son ahora.

En segundo lugar, no podemos aceptar que una medida que afecta de manera notable a los trabajadores de la sanidad pública sea conocida por sus representantes a través de la prensa. La derivación de pacientes a la privada afecta a las necesidades de personal de los centros públicos y a las retribuciones de sus profesionales. Por tanto, existe un interés legítimo de sus representantes en conocer los detalles de este concierto y confiamos en que la Junta nos los proporcione de manera inmediata.

En tercer lugar, esta inversión millonaria en conciertos privados se produce inmediatamente después de severos recortes en la actividad de tarde de los centros públicos. La reducción de consultas y quirófanos este verano ha sido la más intensa de los últimos años, algo que, como hemos denunciado, sin duda ha contribuido a empeorar las listas de espera. Se diría que el SAS ha estado “ahorrando” en la pública para destinar esos fondos a la privada. ¿Está financiando el SAS los conciertos con la privada con lo que se ahorra en las retribuciones de los facultativos de la pública? Eso parece.

En cuarto lugar, entendemos que nadie sensato cuestiona que los fondos públicos deben destinarse principalmente, si no exclusivamente, al sistema sanitario público. ¿Piensa otra cosa este Gobierno? Si es así, debería decirlo abiertamente. Aunque no nos oponemos a la colaboración pública-privada cuando las capacidades de la primera se vean desbordadas, la asistencia a los pacientes en los centros públicos, próximos a sus domicilios, por parte de los profesionales que los han tratado durante meses o años, es más eficiente para el sistema y más satisfactoria para la población.

En quinto lugar, según la información publicada en la prensa, este plan contempla la posibilidad de que los pacientes sean intervenidos en centros privados de otras comunidades autónomas. ¿Alguien puede creer que en Andalucía no existen centros suficientes para absorber un exceso de lista de espera en la sanidad pública? ¿Hasta ese punto ha crecido la demora de las intervenciones en el SAS? Es más, dentro de Andalucía se prevé el desplazamiento de los pacientes a otras provincias por falta de recursos en las suyas. ¿Esta es la idea de calidad asistencial que tiene el SAS?

Una reflexión más con respecto a la calidad. El plan contempla un baremo que permitirá evaluar a los centros en función de su oferta económica y de su calidad. Si alguien piensa que estos dos criterios tendrán el mismo peso se equivoca. El SAS no puede permitir que el ahorro tenga la misma importancia que la calidad asistencial. Por eso esta última representará ¡¡nada más y nada menos que el 51% de la valoración!! No todo va a ser dinero.

Destinar recursos públicos a conciertos privados es una vieja práctica del SAS. A los gestores les resulta más fácil derivar “lotes” de pacientes a la sanidad privada, haciéndolos desaparecer de golpe de las listas de espera (aunque después de ser asignados tarden tiempo en ser intervenidos), que incentivar y retener a los profesionales de la pública. En nuestra opinión, esta práctica perjudica a los pacientes, desincentiva a los profesionales, deteriora la sanidad pública y abre el camino a su debilitamiento. Cualquier Gobierno que avance en esta dirección deberá hacer frente al rechazo de la población andaluza y, por supuesto, al nuestro.

Comité Ejecutivo del SMA