El SAS invierte la mitad en sustituciones de verano que antes de la crisis.
Así se demuestran los recortes en Sanidad. El gasto que destina la Administración sanitaria al plan de verano se reduce en 65,4 millones en ocho años.
Aunque el Servicio Andaluz de Salud (SAS) destaca que este año se ha incrementado un 7 por ciento respecto a 2015 el gasto destinado a las sustituciones y refuerzo del personal sanitario en verano, si echamos la vista atrás el balance es cuanto menos desalentador. De hecho, la inversión en este concepto se ha reducido a la mitad durante la crisis. En 2008 el SAS gastó 136,1 millones de euros en el denominado plan de verano, una cantidad que contrasta con los 70,7 millones confirmados para este ejercicio. En ocho años la cifra se ha reducido en 65,4 millones de euros, lo que da buena muestra del debilitamiento de la sanidad pública andaluza, a pesar de ser la «joya de la corona» de la comunidad autónoma, tal y como repite insistentemente la presidenta de la Junta, Susana Díaz.
La planificación de recursos humanos y asistenciales para la época estival contempla, tal y como señaló el SAS, el refuerzo de profesionales en zonas de mayor afluencia, la programación de sustituciones de personal, la reordenación de la actividad programada de tarde en los hospitales de las grandes capitales, las previsiones sobre ocupación hospitalaria, el mantenimiento de la actividad diagnóstica y quirúrgica para «seguir garantizando los tiempos de respuesta de los diferentes procedimientos» y la planificación de la Operación Paso del Estrecho, entre otros aspectos.
El cierre de camas en los hospitales es una de las denuncias habituales de los sindicatos en esta época, aunque la Administración sanitaria prefiere hablar de «reservas» para ocultar la realidad. El SAS no ha facilitado la cifra de este año. La última referencia es de 2015, cuando los sindicatos hicieron un recuento que arrojó un dato preocupante: 3.000 camas que no estuvieron operativas, casi un 22 por ciento del total. Este porcentaje, igualmente, ha aumentado exponencialmente durante la crisis, puesto que en 2008 se cerraron un 12,5 por ciento, casi la mitad de las camas de este año. Lo que sí subrayó el SAS para justificar la política de cierre de camas es que las estancias hospitalarias se situarán en torno al 70 por ciento. Un argumento que utiliza nuevamente para explicar el cierre de los centros de salud durante las tardes, puesto que «se viene comprobando una reducción en la frecuentación en zonas no turísticas».
La actividad asistencial, sin embargo, se mantiene a un nivel similar. En verano de 2008 se programaron 54.637 intervenciones quirúrgicas y este año la cifra asciende a 54.000 –24.000 operaciones programadas con ingreso y 30.000 intervenciones de cirugía mayor ambulatoria–. Igualmente, hace ocho años tuvieron lugar 2,3 millones de consultas de especialidades, mientras que este verano se prevén 2,5.
Otro dato que llama la atención es que, en estos últimos años, sólo han aumentado en 12 los profesionales contratados durante el verano. En 2008 el SAS contrató a 233 sanitarios –99 médicos, 92 enfermeras y 42 profesionales auxiliares–. Este año se prevé la contratación de 245. Entre ellos, 5 médicos, 5 enfermeros y un celador para el dispositivo de la Operación Paso del Estrecho en los puertos de embarque de Almería y Algeciras. Eso sí, todos ellos, tal y como apunta el SAS, «con contratos al 100% de la jornada tras el cumplimiento del compromiso del Gobierno andaluz el pasado mes de diciembre de estabilizar el empleo público y devolver derechos a los profesionales, con el consiguiente beneficio en la disponibilidad de recursos para la ciudadanía».
Esta pretendida defensa de la calidad del empleo también es puesta en entredicho por los sindicatos. Precisamente, el Sindicato Médico Andaluz (SMA) ha denunciado recientemente que se contrata a facultativos al 50 y 33 por ciento de jornada para cubrir las vacaciones de sus compañeros. En este punto, alertó de que el porcentaje de sustituciones no superará este año el 45 por ciento, una cifra que alcanza entre el 5 y 6 por ciento en relación a los médicos de los hospitales.
Fuente: La Razón