El SMA ante el problema MIR en la pandemia. Cuestiones aún sin resolver.
Hace unos días supimos de las manifestaciones del secretario general de Sanidad, Faustino Blanco, en las que informaba que las evaluaciones de los MIR se realizarían finalmente en la fecha y formas previstas el próximo mes de mayo.
Después de las presiones de todos los sindicatos médicos españoles y organizaciones científicas o colegios médicos, por fin el Gobierno de la nación anunció la rectificación y modificacion de la Orden SND 319/2020 que retrasaba «sine die» las evaluaciones de los residentes en medio de la lucha contra la pandemia.
Era de justicia que a aquellos compañeros que estaban a punto de terminar su periodo formativo no se les retrasara esta finalización y pasaran a tener ya el título de especialista con las consiguientes retribuciones que esto conlleva en el caso de que fueran contratados. Nos alegramos por tanto con este anuncio y esperamos que pronto se haga realidad la rectificación publicada en el BOE.
Vivimos una época en la que las malas decisiones se toman con mucha ligereza y nos tememos que, con esa misma ligereza, puedan hacerse rectificaciones incompletas y que dejen cuestiones importantes por resolver. Nos referimos, por ejemplo, a la posibilidad de que el enorme esfuerzo que la comunidad MIR ha realizado en estas semanas quede sin compensación alguna o a la forma en que se van a gestionar las contrataciones de estos nuevos especialistas o, yendo un paso más allá, al necesario abordaje de la influencia que esta situación ha tenido sobre sus planes formativos.
El sistema “MIR” ha sido en nuestro país la principal garantía de calidad asistencial, asegurando unos altísimos niveles competenciales en los nuevos especialistas que se basaban tanto en la experiencia laboral como en la intensa y amplia formación que reciben. Sabemos que durante la pandemia muchos de ellos han debido dejar a un lado sus rotaciones formativas para centrarse en la lucha contra el coronavirus, otros han sido directamente afectados por la enfermedad o han sido reubicados por pertenecer a grupos de riesgo. Comprendemos que estas decisiones eran necesarias en la mayoría de los casos, pero ahora toca reorganizarse y subsanar aquellas situaciones que hayan podido provocar un detrimento en lo formativo o en lo laboral.
Para nuestros “MIR”, y para nuestro sistema sanitario y formativo, es muy importante que la calidad se mantenga y que todos los nuevos especialistas puedan competir en igualdad de condiciones, sea cual se su especialidad o su año de finalización.
No cerremos en falso este problema, no caigamos de nuevo en las prisas que nos llevan a errores. Las autoridades sanitarias al más alto nivel y las unidades docentes en los ámbitos más locales han de analizar las situaciones y elaborar un plan que, respetando los derechos laborales y retributivos de los “MIR”, asegure la calidad formativa que siempre ha caracterizado a nuestro sistema de formación de especialistas y que nos ha colocado en la vanguardia mundial.
Sindicato Médico Andaluz