El SMA denuncia la pérdida de recursos que supone la fusión hospitalaria.
La fusión hospitalaria ha supuesto ya para Granada una pérdida de 343 camas desde 2013 y una disminución de 1.143 profesionales sanitarios de todas las categorías. Con el cierre del H. San Cecilio se consuma un importante recorte en la sanidad pública.
Nuevo capítulo en la polémica de las fusiones hospitalarias en Andalucía, que ya han generado un importante revuelo entre los profesionales de provincias como Sevilla o Huelva. Ahora, el Sindicato Médico de Andalucía denuncia que, con la inauguración del Hospital del Campus de la Salud de Granada, al que se ya se están trasladando pacientes y profesionales de otros centros, entre ellos, del Hospital San Cecilio, fruto del proceso de fusión hospitalaria, la provincia perderá un total de 1.143 profesionales sanitarios de todas las categorías.
“La Administración sanitaria andaluza continúa actuando a espaldas de los intereses de los pacientes, en contra de la opinión mayoritaria de sus profesionales, al margen de los más elementales principios de accesibilidad y calidad asistencial y con intereses puramente económicos”, señala el sindicato en un comunicado.
Y es que, añaden, desde que se iniciara el proceso de fusión se han realizado dos referéndums entre todos los profesionales, tomando como base el censo oficial de trabajadores, y “en las dos ocasiones más del 90% de ellos se manifestó en contra de dicha unión”.
Así, desde la organización profesional se hacen eco de la concentración de este viernes en la puerta del Hospital para “mostrar nuestro apoyo a todos los compañeros que, junto con los ciudadanos, van a ser víctimas colaterales de una muerte provocada, la del Hospital Clínico San Cecilio”. “Día triste”, dicen, “porque hoy muere un gran hospital y la creación de un nuevo complejo no suplirá en absoluto el hueco que deja en la ciudad de Granada”.
DISPERSIÓN DE SERVICIOS
Para el sindicato, “pasamos de tener una ciudad con dos grandes hospitales dotados con todos los medios y especialidades a tener sólo uno y repartido a trozos separados por hasta 11 kilómetros de distancia”. Los pacientes, añaden, “tendrán que costearse largos desplazamientos y perder horas en trasladarse de uno a otro sitio para poder completar su asistencia”.
El Sindicato Médico Andaluz explica que, “como única solución al problema generado la Administración ha colgado un pequeño cuadro en los Centros de Salud, explicando a los usuarios a dónde han de ir en caso de urgencias”.
De esta forma, han señalado que este folleto es la prueba de las “vicisitudes” que tendrán que sufrir los granadinos a partir de ahora y, además, ”es una forma cutre y poco efectiva de transmitir una información tan importante como esta”.
Además, los facultativos denuncian que esta iniciativa se ha llevado a cabo “sin fundamento técnico alguno, sin estudios de impacto en salud, sin una memoria justificativa ni estudio económico, sin fijar medios de control de calidad, en definitiva sin ninguna justificación previa”. “Todo ello ha supuesto ya una pérdida de 343 camas desde 2013 hasta hoy y esto ocurre en una de las comunidades con menor número de camas hospitalarias por habitante”, han asegurado.
Los profesionales han subrayado que la pérdida no ha sido solo en recursos materiales, esta fusión “ha provocado también una disminución de 1.143 sanitarios de todas las categorías; una pérdida de puestos de trabajo, en momentos de crisis, que además producirá un importante descenso en los niveles de calidad asistencial”.
Para el SMA, “hoy se consuma un recorte muy importante en la Sanidad Pública de Granada: pérdida de camas, pérdida de profesionales, hospital a trozos y con mucha distancia entre ellos, disminución de la calidad asistencial, accesibilidad dificultada, incremento de las demoras al concentrarse los recursos, etc. Un paso atrás en la asistencia sanitaria en esta ciudad”.
“Solo esperamos que la suma de despropósitos de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía no cause daños irreparables y se recupere pronto esa línea de gestión en la que el ciudadano y su acceso a una asistencia de calidad estaban por encima de criterios economicistas y, en muchos casos, poco transparentes”, concluyen.
Fuente: Europa Press