Cuando ya se ha iniciado el plazo del Ministerio para solicitar el acceso al título de la especialidad de Medicina de Urgencias y Emergencias, el SAS sigue sin emitir los certificados que acreditan que los profesionales solicitantes poseen la experiencia requerida para ello.

Este problema afecta a los facultativos de los Servicios de Urgencias Hospitalarios y del 061, así como a los facultativos que cubren los Servicios de Urgencias de Atención Primaria. Ninguno de estos profesionales tiene garantizado en este momento que su actividad será certificada correctamente y sin incidencias. En el ámbito de la Atención Primaria, las Unidades Móviles estaban mal codificadas. El SAS ha tardado demasiado en corregir este error y todavía hoy desconocemos si lo ha hecho de forma completa y correcta.

También se ha tardado demasiado en emitir las instrucciones sobre el procedimiento para solicitar el nuevo título. Cuando otras comunidades ya disponían de ellas, el SAS todavía no había decidido a qué profesionales debía certificar. La improvisación, fruto de la confusión organizativa que reina en las urgencias extrahospitalarias del SAS, lastró desde el principio la toma de decisiones.

En las Urgencias de Atención Primaria, el SAS ha dejado en manos de cada centro la aplicación de los criterios para certificar la actividad realizada, lo que puede generar agravios entre compañeros. Asimismo, sigue sin dar una respuesta clara a los profesionales que desarrollan una actividad “mixta”, en unidades móviles y puntos fijos. No conoceremos su postura hasta que emita los primeros certificados, pero la tardanza con que lo está haciendo dificultará la corrección de cualquier incidencia.

Tampoco tenemos confirmación de que todos los centros receptores de las solicitudes certificarán la totalidad de la experiencia del profesional en todos los centros donde hubiera trabajado. Asimismo, muchos profesionales siguen si aparecer en el REPS.

Por desgracia, una vez más, tenemos que denunciar públicamente las graves carencias del SAS en el desarrollo de procedimientos administrativos de importancia capital para los profesionales y para el sistema sanitario. Los problemas de la Bolsa única, que, de facto, lleva años sin funcionar, ilustran a la perfección este grave problema estructural.

Por todo lo anterior, exigimos del SAS que destine los recursos que sean necesarios para agilizar la emisión de los referidos certificados y que nos ofrezca garantías de que ningún profesional verá dificultado su acceso a la nueva especialidad por su desorganización y su inoperancia.

Comité Ejecutivo del SMA