El SMA intenta reunirse con el Presidente de la Junta de Andalucía por el S.O.S. de la Atención Primaria en Andalucía. No ha sido posible.
Se confirman las peores sospechas del SMA: El Servicio Andaluz de Salud está dejando morir la Atención Primaria y lo que es peor consentida desde instancias superiores.
Hace un mes aproximadamente solicitamos reunirnos con el señor presidente, D. Juan Manuel Moreno Bonilla, para exponerle los datos reales y actualizados de la dramática situación por la que está pasando la Atención Primaria (AP) en Andalucía.
Por desgracia y hasta el momento actual, no ha sido posible. Se nos ha emplazado a volver a reunirnos con el Consejero, quien a su vez nos deriva a mantener reuniones con quienes ya nos hemos reunido, que conocen el problema, pero no han hecho nada útil para solucionarlo, y que, de seguir así, conducirá irremediablemente a la desaparición de la Atención Primaria para volver a la ambulatorización de la asistencia primaria. Señor presidente, no es justo que los profesionales de AP se encuentren en una situación tan calamitosa y de maltrato como se encuentran, pero es también injusto que la población tenga que soportar listas de espera de 7, 10 y 15 días. No dudamos de que usted esté muy ocupado, pero el problema de la salud de los andaluces y la situación de los facultativos en Andalucía en general y en la Atención Primaria en particular es de suficiente entidad como para que nos permita detallarla a quien ostenta la máxima responsabilidad en el ejecutivo andaluz.
Nuestros datos, recogidos a pie de las consultas por toda la orografía de Andalucía durante las últimas 2 semanas, revelan unos datos espeluznantes y apocalípticos:
– La media de pacientes atendidos en consultas telefónicas y presenciales se sitúa entre los 55-60 pacientes al día, con picos de hasta 70-80.
– En todas las provincias siguen existiendo “bises” (citas de pacientes a la misma hora) insertados en las agendas de los facultativos, a pesar de que hace más de 1 año que el SMA exigió al Director General de Asistencia Sanitaria que los prohibiese. Nos dijo que pondría los medios necesarios. NO LO HA HECHO. A las pruebas nos remitimos.
– Existe una demora media en todas las provincias, de entre 7-10 días para obtener cita con su médico de familia o pediatra, llegando a picos de 15 días.
– No se ha hecho gestión compartida casi en ningún sitio, como defiende el SAS. Sabemos que el SAS ha pregonado por los 4 vientos las bondades de la gestión compartida y su repercusión positiva sobre la demanda y agendas en AP. Tras los datos expuestos está claro que o no se ha hecho o no sirve para casi nada.
– Hay zonas en las que tenemos documentadas algunas actividades de gestión compartida, que han supuesto el 15%, y curiosamente los “bises” han aumentado un 15 %.
– En algunas zonas donde noexisten “bises”, se ha habilitado una consulta paralela en la que se citan apacientes para ser vistos en el mismo día por el mismo facultativo. Enrealidad, son “bises” encubiertos.
– Aproximadamente el 45-50 % de media de las consultas en AP están cerradas por vacaciones y sin sustitutos. Esto es lo mismo que si decimos que el 45-50 % de las camas de los hospitales están cerradas.
Esta situación, además, se enmarca de pleno en el punto más álgido de la quinta ola de la pandemia, que tan intensamente está afectando a la AP, y la coexistencia de las vacaciones prácticamente sin sustitutos.
Hay que preocuparse de que los hospitales no se tensionen una vez más con esta nueva ola, pero es que la primaria ya lo está, porque si hay alguien que está soportando de nuevo esto, es una vez más la A. Primaria.
Tanto a los profesionales como a la población general no tenemos más remedio que darles el mensaje de que se olviden de una AP de calidad, donde se hacían programas, había tiempo para atender y escuchar a las personas, se hacía actividad programada de consultas y de visitas domiciliarias, docencia, investigación, etc. Queda tan lejos eso ya…
Los profesionales de AP son especialistas en personas, y para atenderlas correctamente se necesitan recursos humanos, materiales y tiempo. Nada de eso está quedando en AP. ¿Piensa el SAS solventar esto?, ¿qué recursos piensa poner encima de la mesa?
¿Acaso no es el momento de incentivar económicamente los Puestos de Difícil Cobertura?
¿Acaso no está ahora más que nunca justificado implantar medidas en AP que solucionen el problema, como por ejemplo la continuidad asistencial?
Esas cuestiones pensábamos exponérselas al presidente de la Junta de Andalucía para ver si hay alguien que de una vez por todas se interesa por la reforma de la A. Primaria, pero no ha sido posible. Seguramente habrá temas más importantes que preocupen a la población que la asistencia sanitaria.
Los profesionales están cansados, hastiados, desmotivados y sin ilusión, y así, en este trabajo de tanta vocación de servicio a los demás, poco se va a poder aportar. No queremos aplausos ni monumentos. Queremos poder trabajar dignamente, con recursos, con tiempo para dedicarlo a los pacientes.
Esta Administración no está aportando soluciones a los graves problemas de falta de personal ni de recursos económicos para suplir las carencias, ni parece que haya intención de arreglarlo.
A la vista de la situación, tenemos claro que la Atención Primaria está muerta e incinerada. El enterrador sabemos quién es… Si este manifiesto sirviera al menos para que alguien que escuche tome conciencia de la problemática que existe, y sepa que probablemente se va a encontrar con movilizaciones de los profesionales más pronto que tarde, bienvenido sea, pero ¿hay alguien ahí que escuche?
Nosotros, como sindicato, seguiremos acudiendo a las reuniones que se planteen (y nos la quieran conceder) y a todos los foros que se nos citen para seguir luchando por la mejora y reforma de nuestra Atención Primaria.
Pero ¿hay alguien ahí que escuche?
Comité Ejecutivo SMA