El ‘techo de cristal’ de la mujer médico, un problema de toda la UE.
La brecha salarial y laboral de la mujer médico con respecto a sus colegas varones no es un problema exclusivo de España. Una encuesta de FEMS evidencia la falta de regulaciones efectivas en Europa para que el peso de la conciliación no recaiga en la muje
La brecha salarial y profesional que reiteradamente denuncian las mujeres médico en España es un problema común en toda la Unión Europea, según han puesto de manifiesto los resultados de una encuesta global sobre Femininización médica que se ha hecho pública en la asamblea semestral de la Federación Europea de Médicos Asalariados (FEMS, por sus siglas en francés), que se clausuró el pasado fin de semana en Nápoles.
El estudio europeo, al que España ha aportado más de 600 encuestas de satisfacción de las 17 comunidades autónomas, evidencia, según Gabriel del Pozo, vicesecretario general de CESM y representante español en la cita de Nápoles, que “el peso de la conciliación sigue recayendo fundamentalmente sobre las mujeres médico en todos los países de la Unión Europea, con el consiguiente efecto que ello tiene en su progresión profesional y salarial”.
Según las conclusiones del sondeo, la ausencia de una regulación efectiva sobre conciliación laboral está en la base de esta generalizada brecha. “No se trata ya de la falta de normas, porque en muchos países, incluido España, existen leyes específicas, sino del cumplimiento efectivo de las mismas”, apunta Del Pozo.
Paradójicamente, en la mesa sobre Tiempo efectivo de trabajo y guardias localizadas, que también se desarrolló en el marco de la asamblea de Nápoles se constató, según el representante de CESM, que las reducciones de jornada por cuidado de menores o familiares “son cada vez más frecuentes en el sector sanitario europeo, y no sólo entre las mujeres, sino, cada vez más, entre los médicos varones”.
La reunión de Nápoles también ha servido para seguir trabajando en uno de los objetivos de la FEMS: el establecimiento de una base común que permita hacer un estudio comparativo de retribuciones médicas entre todos los países miembros de la UE. Esa aspiración choca, según Del Pozo, con la enorme heterogeneidad actual: “La disparidad salarial existente en España, con 19 sistemas sanitarios distintos y varios complementos distintos, se multiplica en Europa con una casuística aún más complicada, fruto de peculiaridades formativas, laborales y profesionales”.
El primer paso para llevar a cabo ese estudio comparativo es la creación de una base de datos con categorías lo más comunes posibles para volcar los datos de cada uno de los países e intentar establecer una pauta común. La FEMS espera tener lista esa hoja de volcado para su próxima asamblea semestral, que se celebrará en Riga en octubre.
Fuente: Diario Médico