Esta sanidad nuestra se ha convertido en una bomba de relojería, una olla a presión con centenares de profesionales que se sienten engañados y que no entienden la irracionalidad y falta de coherencia de una administración sanitaria más empeñada en defender a sus directivos que en avanzar hacia una asistencia accesible y de calidad. 

Hace ya algunos años el SAS inició sin ningún estudio previo, exposición de motivos, definición de objetivos ni control de calidad, un proceso que cambiaba la estructura de la asistencia sanitaria en Andalucía: La fusión de hospitales. Ya entonces nuestro sindicato se opuso a esta política irreflexiva y orientada solo a la concentración de poder. Nadie entonces nos dio una explicación ni admitió posibilidades alternativas (así es como suelen trabajar quienes en su infinita soberbia se creen en posesión de la verdad absoluta).

Posteriormente y tras los cambios en la Consejería de Salud, pensamos que este proceso sufriría un replanteamiento y que una vez que la Sra. Montero se había marchado por fin, otro estilo de gestión sería posible. Creímos que los intereses personales dejarían paso a argumentos serios de gestión basados en datos y con proyectos tan estudiados como revisables.

Pero la sombra de la Sra. Montero es alargada y su influencia sigue marcando el rumbo de la sanidad andaluza desde la tiranía de la Consejería de Hacienda. Hoy, unos años más tarde, la llegada de un nuevo Gerente a los Hospitales Virgen Macarena y Virgen del Rocío, vuelve a traer viejos fantasmas a cientos de profesionales que habían pensado que imperaría la cordura y la participación en la gestión de estos dos grandes centros hospitalarios.

Un nuevo gerente hospitalario con gran experiencia y prestigio en muchas cosas entre las que no está la gestión, llega imponiendo su obcecada opinión, desoyendo y subestimando a los mandos intermedios del hospital (el H.V. Macarena en este caso) e impidiendo el acceso a puestos directivos a quién no “pasa por el aro”, a quién no piensa como él.

Y lógicamente nos surgen varias preguntas para las que no tenemos ninguna respuesta: ¿Por qué se elige a alguien sin ninguna experiencia para dirigir una empresa de más de 13.000 trabajadores y más de 500 millones de euros de presupuesto? ¿Por qué esta persona llega imponiendo su opinión a quienes han demostrado de sobra su compromiso y ostentan muchas “horas de vuelo” en la gestión? ¿Por qué se retoman estrategias que creíamos desterradas desde la marcha de la Sra Montero? ¿Por qué este empeño en una fusión hospitalaria descabellada y sin argumentos? ¿Por qué contribuir a la fisión de nuestra sanidad con modelos que no favorecen a pacientes ni profesionales?

Como ya hemos dicho no tenemos respuestas, pero si tenemos conciencia de la situación, si conocemos lo que piensan nuestros profesionales y sabemos cómo se les ningunea, si nos tememos que este ambiente de frustración y “olla a presión” no beneficia a nadie y, por último, pensamos que esta actitud tozuda del nuevo Gerente no puede deberse más que a una torpe prepotencia nacida de su inexperiencia.

¿O es que la sombra de la Sra. Montero es tan alargada?

Rafael Carrasco Durán.

Presidente Rama Hospitales del Sindicato Médico de Sevilla.

Fuente: Web Sindicato Médico Sevilla