Transparencia y claridad no siempre son equivalentes. El pasado 9 de mayo, la presidenta de la Junta, Susana Díaz, defendió en su discurso parlamentario del Debate general sobre Andalucía que la comunidad tiene «la mejor sanidad» y además es «de todos». «Gestionamos la sanidad pública en diálogo con los profesionales y con los usuarios», aseveró para sacar pecho por que el tiempo medio de demora para una operación quirúrgica en la región es de 66 días, mientras en el sistema nacional de salud de 104; y en los procesos con garantía de atención en un máximo de 120 días, en el territorio andaluz es de 52, frente a los 92 días de media en el estatal. Pero ésas no son las únicas huellas de cifras que se pueden seguir en el ámbito sanitario. Hay otras que apuntan a esperas para una consulta de cirugía cardiovascular de casi un año.

LA RAZÓN se interesó a través del portal de transparencia del propio Ejecutivo autonómico por las listas de aguante en las especialidades que no están incluidas en el Decreto 96/2004, de 9 de marzo, por el que se establece un plazo tope de respuesta en procesos asistenciales, primeras consultas de atención especializada y procedimientos diagnósticos en el sistema sanitario público andaluz. 

La encargada de responder, de forma parcial, ha sido la Dirección General de Asistencia Sanitaria y Resultados en Salud del SAS. Desde ella trasladaron, después de varios párrafos sobre los métodos de anotación de referencias existentes, que tanto las consultas como las pruebas diagnósticas que no están incluidas en la mencionada norma «utilizan los mismos aplicativos para sus registros, con un resultado desigual». «En consultas, los datos disponibles son de la misma calidad tanto los que tienen un plazo garantizado como los que no», exponen en la contestación, para añadir que, sin embargo, en lo relativo a las pruebas diagnósticas «existe una gran variabilidad de datos e indicadores, lo que dificulta su explotación, no sólo en Andalucía, sino en el resto de comunidades autónomas, por lo que el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad no ha podido publicar las listas de espera de pruebas diagnósticas del sistema nacional de salud». Se mantiene que se ha priorizado «el esfuerzo para la mejora del registro en aquellas pruebas que tienen un plazo de respuesta garantizado» y se trabaja «en la calidad de la información en aquéllas que no lo tienen» y de las que no dan información.

Sí adjuntaron un fichero en formato excell con números sobre consultas externas de primera visita procedente de atención primaria, correspondientes «al corte de junio 2017». Este periódico tuvo que recurrir a fuentes del Sindicato Médico Andaluz (SMA) para descifrar el mencionado archivo, no muy claro. De acuerdo con éste, el número de pacientes que esperan una consulta que no tiene garantías de respuesta para la especialidad de alergología es de 6.002 y la demora media es de 139,6 días. En el caso de anestesiología y reanimación, los que aguardan son 64 y el tiempo es de 171,2 días, que se elevan a 286,6 en el área de angiología y cirugía vascular, donde los pacientes afectados son 2.278. Casi un año, como se avanzó, en concreto 344,3 días, es la demora media para cirugía cardiovascular, con 640 personas confiando. Son 2.974 para cirugía maxilofacial y 127,1 días de tardanza; 1.184 están pendientes en cirugía pediátrica, con 82,8; 53 en cirugía plástica, con 17,9 días; nueve en cirugía torácica y 36, algo más de un mes; y 100 en estomatología, con 27 días. Por último, la información proporcionada indica un sumatorio de usuarios de 443 en la especialidad de neurocirugía, con una demora media de 91,8 días y 7.696 para reumatología, con 110,1. 

En conjunto, los que esperan para consultas de esas 11 especialidades son 21.443 pacientes y los días de media sin noticias del SAS son 144,1, casi cinco meses.

Fuente: La Razón