Como muchos habéis podido comprobar, se da la circunstancia de que en algunas categorías/especialidades (al menos en Urología, Nefrología, Cía Pediátrica y también en Enfermera) la puntuación en el baremo del último de los que obtienen plaza es inferior a la puntuación (por autobaremo) de los primeros aspirantes que quedan sin plaza.

De ser así esto constituiría una flagrante injusticia y de hecho hemos recibido ya quejas de afiliados y simpatizantes que nos preguntan sobre el porqué se da este hecho y qué es lo que va a pasar con esta chapuza y falta de previsión por parte de la Administración.

Dada la transcendencia del asunto y su posible repercusión nos hemos puesto en contacto con la administración y nos han informado de lo ocurrido y de lo que se hará a partir de ahora en los siguientes términos:

– Finalizada la fase de oposición, se unió a la nota obtenida en dicha fase, la puntuación declarada en el autobaremo. De esta forma quedaban los aspirantes ordenados según lo aportado (autobaremo) y su nota de examen.

– Para revisar lo aportado en el autobaremo, se requirió la documentación a un número de aspirantes equivalente al doble de plazas de esa categoría/especialidad. A todo este grupo (cuya documentación ya estaba en poder de los tribunales) se les revisó la puntuación según los documentos aportados y de esa revisión salió el baremo final en base al cual quedaron ordenados finalmente.

– Las previsiones iniciales eran que por muy “inflados” que estuvieran algunos baremos, no era probable un descenso tan importante en las puntuaciones finales que hiciera necesario requerir la documentación a un número de aspirantes mayor al doble de plazas disponibles.

– La realidad (en algunas categorías/especialidades) no ha sido así y finalmente ha ocurrido que se ha disminuido tanto la puntuación de algunos autobaremos que el resultado final ha quedado por debajo de aquellos aspirantes que estaban los primeros en el grupo de los que no se les llegó a requerir la aportación de documentos.

– ¿Y ahora qué se va a hacer? Pues se les va a requerir el aporte de documentación a todos aquellos aspirantes cuya puntuación (en base a su  autobaremo) supere la del último aspirante que aparece en el listado provisional de los que obtienen plaza.

– Por tanto, estos listados provisionales, es posible que sean modificados una vez sean baremados aquellos que se han quedado “en puertas”.

– Pero los que han sido baremados tienen la oportunidad de presentar alegaciones ahora y sin embargo aquellos que presenten ahora sus documentos, ¿no van a tener esa oportunidad? A todos los que se le requiera ahora el aporte de documentos, se les ofrecerá un plazo de alegaciones una vez sean baremados para que concurran con las mismas oportunidades de los que aportaron la documentación en la primera fase.

En definitiva, una traba más a la resolución final de esta OEP. Seguimos pensando que se pueden hacer mejor las cosas y que esta información nos debiera haber llegado con anterioridad a las publicaciones de los listados para así haber informado adecuadamente a los aspirantes.

Pero la realidad en la administración es muy distinta. Poco importan unos cuantos meses en la vida de miles de opositores. Después de 2 años y medio, en tribunales en los que había 4/5 plazas, aún no se han baremado todos aquellos expedientes de aspirantes que tendrían opción a una plaza (no más de 10/12). Ahora todo se demorará aún más y poco importan las situaciones personales, da igual que muchos opositores vuelvan a examinarse en junio de 2018 sin conocer si ya han obtenido plaza en esta última OEP.

No podemos admitir más dilaciones, más explicaciones argumentando problemas técnicos o de personal, más promesas vanas. Esto no es comprensible ni tolerable. La administración sanitaria se ha mostrado claramente incompetente para resolver una OEP en tiempo razonable y lo peor esque no es esta su única área de incompetencia.

¿Y para cuándo el “megatraslado” prometido y reflejado en un acuerdo que fue firmado por el SAS y que debía estar convocado antes de final de 2017?

La administración, incumpliendo su palabra (como es habitual), aseguró hace unos meses que este traslado estaría convocado antes del 31 de mayo de 2018 y una vez más nos volvió a mentir.

Ya no le queda ninguna credibilidad Sra Gerente del SAS. Haga el favor de reconocer su incapacidad gestora y dedíquese a lo que sí sabe hacer muy bien: “vender humo”.

 Comité Ejecutivo SMA