La consejera de salud achaca los cierres del verano a las vacaciones de los médicos, mientras financia el plan de vacaciones con sus continuidades asistenciales
El despropósito del Plan de vacaciones del SAS adquiere cada día, a golpe de declaraciones de la consejera de Salud, mayores proporciones.
Según pubicaba la prensa el pasado 29 de junio, la consejera de Salud, tras insistir en las bondades del Plan de vacaciones de 2023, achacaba los cierres de camas, consultas y quirófanos al hecho de que “los médicos se van de vacaciones y al final el sistema tiene que adaptarse a ese déficit”. Parece que el resto de las categorías no tomase vacaciones, o que estas no repercutiesen en los cierres anunciados. Pero entonces, si los recortes asistenciales se deben a nuestra ausencia, ¿cómo es que somos la categoría en la que habrá, con diferencia, menos sustituciones este verano?
Lo cierto es que el cese de actividad durante el verano va a ser mucho mayor del atribuible a las vacaciones de los médicos. De hecho, el SAS va a llevar a cabo un drástico recorte en continuidades asistenciales en los hospitales y centros de salud andaluces. Este cese de actividad de tarde, que podría prolongarse hasta finales de año y conllevará una importante merma retributiva para los facultativos, se debe probablemente a que con estos fondos se pretende financiar la generosa oferta de sustituciones de otras categorías.
Los médicos del SAS nos hemos convertido así, de golpe, en los financiadores del Plan vacacional, en sus principales víctimas en materia retributiva y, por último, en los responsables de que a la vuelta del verano las listas de espera se hayan disparado.
En lugar de negarnos el diálogo, la consejera de Salud debería estarnos agradecida.
Comité Ejecutivo SMA-F