La cuestión de urgencias: un problema no resuelto.
En muchos hospitales andaluces se está produciendo una situación de incertidumbre que tiene preocupados a los Médicos de Urgencia: La posibilidad de no contar con sustitutos en verano que les permita tomar sus vacaciones.
En el Sindicato Médico hemos sabido que algunos gerentes de hospitales dicen tener instrucciones de no contratar Médicos de Familia para sustituir las ausencias por las vacaciones de verano en los Servicios de Urgencia, con el fin de favorecer que estos compañeros vayan a cubrir las necesidades apremiantes de la Atención Primaria. Esta medida vendría a sumarse al hecho de que en Primaria se ofrecen nombramientos hasta el 31 de diciembre, mientras que en las Urgencias hospitalarias solo se ofrecerían sustituciones de tres meses, mucho menos interesantes laboralmente.
Ayer día 15 de mayo durante la Mesa Sectorial, la Directora General de Personal nos aseguró que esta información NO era cierta. No se han dado instrucciones en ese sentido y, por tanto, la actitud de aquellos gerentes que continúen con estas prácticas será achacable solo a ellos.
Una cosa es priorizar las ofertas de trabajo en A.P. y otra muy distinta es presionar a los Médicos de Familia que acaban de terminar su formación, afirmándoles que si no aceptan estos nombramientos en A.P., luego no serán contratados en los Servicios de Urgencia Hospitalarios.
El compromiso del Sindicato Médico con la mejora de la Atención Primaria está fuera de toda duda. A finales del año pasado convocamos movilizaciones y jornadas de huelga para exigir medidas urgentes que terminen con el deterioro de la Atención Primaria. Las movilizaciones volverán si las promesas que hizo en esta materia el nuevo Gobierno andaluz no se traducen en breve en mejoras concretas. Pero el apoyo a la Atención primaria no puede traducirse en actitudes coercitivas hacia aquellos profesionales que libremente deciden trabajar en otros sectores sanitarios.
Las Urgencias hospitalarias sufren cada verano un caos y una sobrecarga inaceptables, en especial en las provincias de la costa, en las que las vacaciones de los profesionales coinciden con el aumento de la demanda, el cierre de consultas, camas y quirófanos del hospital y la incorporación de los Médicos en formación de primer año a estos Servicios. Las habituales penosas condiciones laborales de los Médicos de Urgencias, incrementadas en estos periodos, están provocando un aumento en las renuncias a estos nombramientos que hace que cada vez sea más difícil cubrir las plantillas a lo largo de todo el año.
La solución del problema al que nos enfrentamos no es simple. La Atención Primaria para ser más atractiva para los facultativos y evitar su huida a otros lugares o especialidades necesita más inversiones. Los médicos deben ser mejor retribuidos. Debe implantarse el complemento de Continuidad Asistencial contemplado por el acuerdo de 2006, lo que permitiría atender a los pacientes por la tarde por una retribución igual a la que se percibe en los hospitales. El modelo organizativo debe tomar en consideración la opinión de los profesionales, principales interesados en mejorar la calidad asistencial, y alejarse de la politización. En definitiva, todas las mejoras que llevamos años reclamando siguen pendientes.
Fomentar la contratación de Médicos de Familia en Primaria, dificultando o impidiendo la contratación en las Urgencias hospitalarias representa un grave error y además, no responde al espíritu expresado ayer por la Directora General.
Esperamos y exigimos que la actitud de estos gerentes cambie y pedimos a la Dirección General que inicie una mesa de trabajo para afrontar la reforma de la estructura de las plantillas, Sabemos que esta cuestión es compleja y requiere un tratamiento riguroso y profundo, un análisis en el que se dé voz a los profesionales y a sus representantes. “La cuestión de Urgencias”, 30 años después de la creación de las plantillas de estos Servicios, sigue aún sin resolverse.
Mucho nos tememos que este verano volveremos a sufrir una situación difícil tanto en la Urgencias como en la Atención Primaria. Y estamos seguros de que tanto en un sitio como en otro, los facultativos responsables actuarán con la profesionalidad, dedicación y disciplina que siempre le ha caracterizado, pero esta situación requiere que se tomen decisiones estructurales a largo plazo que eviten tanto el caos en las Urgencias hospitalarias como la necesidad de médicos en Atención Primaria.
Ojalá esta incertidumbre no vuelva a repetirse.
Comité Ejecutivo SMA