La Sanidad sevillana ha perdido cerca de 3.000 puestos de trabajo en sólo cinco años. Según el informe que ayer se dio a conocer, 2.741 profesionales sanitarios han perdido su empleo en la provincia en los años más duros de la crisis. La cifra, extraida de los registros oficiales de los servicios públicos de empleo, es la confirmación objetiva del, por otro lado, evidente deterioro que ha sufrido este servicio público esencial. 

Basta repasar la hemeroteca de los últimos meses para comprobar hasta qué punto la sanidad sevillana atraviesa uno de sus peores momentos: colapsos casi permanentes en las urgencias de los grandes hospitales; alas enteras cerradas por la falta de personal para atenderlas; listas de espera interminables; falta de mantenimiento en los centros sanitarios… Y, como consecuencia de todo ello, pacientes obligados a esperar durante horas a ser atendidos y a soportar condiciones lamentables que parecian propias de tiempos pretéritos.

Los datos hechos públicos en este informe, sitúan en un 11,2% la reducción de personal tanto en la sanidad pública como en la privada desde el año 2010 en la provincia, un porcentaje realmente notable que está por encima del registrado en otros sectores y cuya trascendencia se multiplica si tenemos en cuenta que se trata de un servicio público tan frágil como la sanidad. Pero, por encima de todo, estos datos demuestran que no sólo se han producido recortes en el sector sanitario, especialmente en el público, sino que éstos han sido muy severos y sus consecuencias han sido tan evidentes como desastrosas. 

De paso, los datos desmontan la manipulación propagandística de la Junta de Andalucía, empeñada en negar unos recortes de los que oficialmente reniegan sus responsables pero que, al mismo tiempo y en la práctica, aplican casi salvajemente.

Fuente: El Mundo. Sección Sevilla (El Giraldillo) Pag.2. 23-9-2015