Ya lo dijimos en su momento. Ya lo venimos diciendo desde hace demasiado tiempo. El SAS no puede ser el cortijo de unos pocos. El amiguismo, la falta de rigor y la falta de respeto a la legalidad vigente, no pueden ser el “modus operandi” habitual en el SAS. No se puede gestionar ignorando la legislación, mientras criticas ferozmente a quienes lo hacen.

Pero la realidad es que esta forma prepotente de hacer gestión, estos modos en los que solo importa conseguir lo que interese a unos cuantos dirigentes, aunque no se ajuste a derecho y conculque la normativa vigente, son demasiado frecuentes en esta organización. 

Hace unos meses ya publicamos en nuestra web que la convocatoria para cubrir plazas en los Unidades de Atención Temprana era absolutamente contraria a norma. Denunciamos entonces que no se había garantizado la igualdad de todos los pediatras que quisieran trabajar en una de estas unidades; que se habían hecho cursos “ad hoc” para unos pocos con la intención de, posteriormente, exigir ese curso para optar a una de estas plazas; que se había, en definitiva, blindado la convocatoria para que solo pudieran acceder unos cuantos elegidos. 

Denunciamos además que no es posible cubrir plazas temporales mediante un proceso selectivo en el que puedan presentarse profesionales con plaza fija. Denunciamos que se habían vulnerado todas las normativas respecto a la bolsa única. En fin, por enésima vez alzamos el grito contra esta prepotencia intransigente de la administración que sigue pretendiendo gestionar el SAS como su cortijo.

Afortunadamente en la mayoría de los casos la justicia nos da la razón, véanse las sentencias a nuestro favor sobre la carrera profesional, sobre las direcciones de unidad de gestión clínica, sobre la vulneración de derechos fundamentales, sobre la paga extra del 2012, sobre el prorrateo de guardias en los permisos por maternidad y sobre la incompetencia de los directores gerentes para modificar la jornada semanal, etcétera.  

Pues bien, a todas estas se ha unido recientemente una contundente sentencia del contencioso administrativo en la que se condena al SAS y se nos da la razón en todas nuestras tesis con respecto al ya mencionado tema de la selección de profesionales para las Unidades de Atención Temprana. 

Ojalá pudiéramos decir que esta sentencia puede servir de ejemplo y evitar que en un futuro el SAS continúe con su nepotismo habitual, pero la realidad es que una y otra vez la Administración Sanitaria Andaluza se empeña en estar por encima de la norma y en hacer las cosas como ellos consideran oportuno sin tener en cuenta la opinión de profesionales, usuarios, ni ninguna otra institución implicada en la defensa de la sanidad pública. 

Hace ya también unos años escribíamos un artículo que, bajo el título “la judicialización de la sanidad pública andaluza”, se lamentaba de que la vía del consenso y la negociación se hubiera devaluado hasta el punto de ser prácticamente inservible. Nos lamentábamos entonces de cómo la administración jamás retrocede en sus planteamientos por muy contundentes y fundamentados que sean los argumentos que se le plantean en contra. Nos cuestionábamos la ética de esta política que cuesta miles de euros a la Administración en costas judiciales y en gastos de abogados y afirmábamos que no es razonable que entre todos los contribuyentes paguemos el empecinamiento de unos cuantos gestores más empeñados en autoafirmarse que en gestionar bien la Sanidad Pública.

Pues bien lamentablemente este caso va a ser otra nueva muestra de todo lo dicho. Mucho nos tememos que la Administración sanitaria lejos de admitir su error y enmendar un planteamiento a todas luces equívoco, vaya a volver a utilizar el dinero de todos nosotros para recurrir esta sentencia cueste lo que cueste y alargar el procedimiento hasta que de una forma o de otra se salga con la suya. Esta es la idea que nuestros políticos, los  que dirigen la sanidad pública andaluza, tienen de cómo ha de  gestionarse un servicio público tan importante.

Pero en nosotros han encontrado la horma de su zapato. Tampoco vamos a echarnos atrás. Seguiremos luchando en este foro y en todos los ámbitos que sean necesarios con el fin de recuperar un poco la cordura en la gestión, la dignidad en nuestra profesión y una gestión de personal basada en el consenso, la colaboración, los incentivos y no en el miedo la presión y la coacción como ocurre hasta ahora. Estamos seguros además de que la justicia nos seguirá dando la razón en aquellos temas los que tan claramente se vulneran nuestros derechos y por ende, los de miles de andaluces. 

Historia de un atropello:

26-08-16.- Publicamos un artículo en el que dejando clara nuestra postura favorable a la creación de Unidades de Atención temprana, argumentamos los motivos por los que votamos en contra. 

UGT, CCOO y CSIF votaron a favor.

05-09-16.- El diario “La Razón” publica un artículo en el que informa de que la Plataforma de Atención Temprana es decir, los teóricos beneficiados de la creación de estas unidades, habían denunciado enchufismo en la forma de contratación de los profesionales. Los argumentos de esta plataforma coincidían en gran medida con los nuestros. En nuestra web explicamos claramente la situación y el “amaño” de la contratación.

09-09-16.- Anunciamos que el SMA va a impugnar la oferta de plazas para atención temprana.

29-09-16.- Publicamos una nueva noticia en la que comentamos que el Consejero de Salud ha defendido en el Parlamento la legitimidad del proceso, desoyendo todas las voces que advertíamos sobre la ilegalidad del mismo. 

24-10-16.- Volvemos a publicar una noticia en la que nos reiteramos en y en los argumentos que la sustentan y confiamos en que la justicia nos dé la razón y declare nulo el procedimiento.  

17-04-2018.- Sentencia estimando el recurso del SMA contra la Resolución del SAS que convoca los puestos de facultativos en la Atención Temprana en Andalucía.

Comité Ejecutivo SMA