LA LISTA DE ESPERA QUIRÚRGICA EN ANDALUCÍA DEMUESTRA QUE LA CRISIS DEL SISTEMA SANITARIO PÚBLICO TAMBIÉN AFECTA A LA ATENCIÓN HOSPITALARIA
El problema de la lista de espera tiene carácter estructural. Es la consecuencia de déficits presupuestarios, organizativos y de personal que los gestores de la sanidad pública se resisten a afrontar.
La situación crítica de la Atención Primaria andaluza tiende a ocultar la gravedad de la situación en el ámbito hospitalario. Sin embargo, cada nueva publicación de las listas de espera nos recuerda que la crisis también afecta a la Atención Hospitalaria.
Según los últimos datos publicados, Andalucía es la segunda comunidad cuyos pacientes están de media más tiempo esperando a ser operados: 174 días, solo por detrás de Extremadura, con 181. También somos los segundos en cuanto al porcentaje de pacientes con más de seis meses en espera: 38%, tras Cantabria, con 38,9%.
La lista de espera en España no ha dejado de aumentar desde 2020, cuando registró su número más bajo con 649.879 pacientes. En diciembre de 2023 los pacientes en lista de espera han sumado 849.535. El Sistema Nacional de Salud es incapaz de dar respuesta a la demanda de atención quirúrgica de la población.
De hecho, la realidad de la lista de espera es más grave de lo que sugieren los datos oficiales. El cómputo de los plazos no refleja todo el tiempo que tarda el paciente en ser tratado, pues no incluye el transcurrido desde la primera consulta al Médico de Familia hasta que es incluido en lista de espera, varios meses en el mejor de los casos.
Por otra parte, a menudo el paciente, para no seguir esperando, se ve obligado a aceptar operarse en otro centro sanitario por un equipo quirúrgico diferente del que lo ha diagnosticado y tratado.
El problema de la lista de espera tiene carácter estructural. Es la consecuencia de déficits presupuestarios, organizativos y de personal que los gestores de la sanidad pública se resisten a afrontar. Necesitamos más centros sanitarios públicos y más médicos, así como un modelo retributivo y organizativo que les permita adaptarse con rapidez y eficiencia a las necesidades sanitarias de la población. En lugar de ello, tenemos un sistema rígido, burocratizado y mal financiado que trata y paga mal a sus médicos, y que afronta las crisis periódicas concertando con la sanidad privada.
Durante el último año, con el presupuesto sanitario más elevado de su historia, Andalucía ha visto incrementarse sus listas de espera mientras cerraba consultas y quirófanos por las tardes y concertaba intervenciones con empresas privadas. La crisis de la Atención Primaria se extiende a la Hospitalaria ante la inacción de unos equipos de gestión que siguen negándose a negociar con los médicos.
Desde el SMA seguiremos dispuestos a abordar junto con la Administración las mejoras e incentivos necesarios para contribuir a poner freno al deterioro progresivo del sistema sanitario público. Solo necesitamos que al otro lado de la mesa se siente alguien dispuesto a hablar.
Comité Ejecutivo del SMA