LISTAS ESPE

Las listas de espera en el SAS. Números que no reflejan la realidad social

Mientras la Consejería de Salud se congratula de su gestión de las listas de espera, miles de ciudadanos andaluces sufren esperas interminables para poder ser atendidos en consultas de especialidades o sometidos a una intervención quirúrgica

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Como sabéis el SAS hapublicado las listas de espera y las ha comparado con los datos del Ministerio a nivel nacional proclamando a los cuatro vientos, que tenemos la mitad de demora que cualquier españolito de otra CCAA. A este respecto nos gustaría hacer algunas puntualizaciones, que se nos antojan necesarias:

1.     En primer lugar y como punto fundamental el SAS compara los datos del Ministerio a fecha diciembre de 2014, con los suyos de junio de 2015 por ello:

a.     Las listas no son comparables dando la fluctuación estacional de las mismas.  Seis meses de diferencia es mucho para poder comparar con rigor listas de espera.

b.   Además, las conclusiones que extrae el SAS de los datos que emplea son como mínimo  aventuradas y poco reales, porque en  el último trimestre del año, tras el verano (fecha en que  la actividad asistencial programada se ralentiza al máximo)  las listas de espera (salvo que se maquillen) son máximas (datos del Ministerio usados en la comparativa). Por otro lado, en el segundo trimestre del año (que es curiosamente la fecha que se aplica el SAS) es cuando son mínimas porque durante el resto del año la actividad asistencial programada ha sido máxima. Es decir compara su demora mínima con la máxima a nivel nacional.

2.     No sabemos ni siquiera si los datos son correctos puesto que a pesar de lo contenido en el REAL DECRETO 605/2003, de 23 de mayo, por el que se establecen medidas para el tratamiento homogéneo de la información sobre las listas de espera en el Sistema Nacional de Salud. no tenemos constancia de como se obtienen en el SAS y en el resto de CCAA (De hecho nos consta que ha habido comunidades que no han respetado la normativa referida ni los posteriores acuerdos del Consejo Interterritorial).

Es difícil creer que la recogida y cuantificación sean homogéneas en las 17 CCAA. No existe transparencia a nivel de datos de listas de espera. Múltiples han sido las noticias sobre el maquillaje de las listas de espera, por ello estaríamos encantados de que en esta parcela se aplicara la ley de transparencia con rigurosidad.  Pero el hecho que el gasto sanitario por habitante en Andalucía sea el más bajo de España(1.044 €) frente por ejemplo 1.549 € en País Vasco o 1.208 € de media en España también ponen en entredicho los resultados.

A pesar de la excelencia,el sacrificio y la dedicación innegable de los Facultativos que con su esfuerzo intentan paliar los déficits que origina esta diferencia presupuestaria, intentar convencernos de que estamos mejor que el resto de España es demasiado hasta para atribuírselo a una imaginaria mejor gestión del SAS.

3.     Se usan en la nota de prensa conceptos como “tiempo medio de repuesta” que son absolutamente ambiguos y no se corresponden con ninguno de los expresados en el Real Decreto mencionado. No sabemos si se refiere al tiempo medio de espera de los pacientes en espera estructural o si,por el contrario, hace referencia a la espera media de los pacientes intervenidos. Esta ambigüedad tendenciosa hace imposible la comparación y permite elegir el dato más ventajoso aunque no sea el más real.

4.     Además, a partir de estos datos se induce con alevosía al error, simplificando y  diciendo que un enfermo andaluz espera por ejemplo 47 dias para ser intervenido y se obvia gran parte del tiempo que  realmente espera y que es lo que le importa al paciente, la demora real : Demora para que le vea el especialista, demora de las pruebas diagnósticas, demora para nueva cita del especialista que decide su intervención, etc. Por tanto espera mucho más que lo que indican estos datos. Y los datos publicados por el SAS se alejan mucho más de la realidad todavía, si como ya hemos dicho el indicador empleado es  la demora media.

5.     Para evitar comparaciones se retiran las de años anteriores y así se desconoce su evolución real, al alza o a la baja, aunque es bastante probable que hayan aumentado puesto que en toda Andalucía las pocas sustituciones que se han hecho (en el caso de los médicos ha sido en verano del 2,7% de las bajas y vacaciones) se han hecho con contratos con jornadas reducidas al 75% y al 50% y la falta de personal sólo puede derivar en aumentos de las demoras.

6.     No se habla para nada de las listas de otras especialidades no sujetas a decreto de garantías como alergia, reuma, vascular, consultas de trauma, revisiones, etc.

Como defensores de un Sistema Nacional de Salud universal y gratuito, estamos en la obligación de cuestionar la gestión partidista del mismo, sometido a los vaivenes ideológicos de nuestros políticos y usado demasiado frecuentemente con fines electorales. Denunciamos la falta de presupuestos finalistas, los desequilibrios territoriales entre CCAA, con carteras de servicios diferentes que rompen el principio de igualdad.

Es imprescindible un pacto por la sanidad donde se defina de una vez por todas, la cartera de servicio común, la Historia Clínica única, la receta electrónica única y con valor en todo el territorio, la libre circulación de pacientes entre autonomías, los centros de referencia, los mecanismos compensatorios entre autonomías, etc. Es vergonzoso que, mientras en Europa se aprueba una norma de sanidad transfronteriza, en España un paciente tenga que cambiar de ambulancia en el límite entre dos autonomías.

Los políticos, sea cual sea su color deben cumplir el deber que se les encomienda y olvidarse de intereses partidistas que poco ayudan a la solución del problema real  de la financiación y gestión de un Sistema Nacional de Salud al que no debemos renunciar. Deben también dejar la propaganda, buscar soluciones consensuadas, devolver la independencia y la ilusión a los profesionales e informar a la población de la necesidad de corresponsabilizarse en el buen uso de los servicios públicos que permita su sostenibilidad y, por supuesto, deben dar ejemplo de austeridad, honradez y buena gestión. 

Fuente: SMA (HUELVA)