El día 6 de Septiembre, la Junta de Andalucía hizo pública su intención de publicar las listas de espera del SAS en la semana del 12 de Septiembre, con los datos cerrados hasta el pasado mes de junio.

En rueda de prensa, el portavoz del Ejecutivo de Susana Díaz, Miguel Ángel Vázquez, manifestó la «vocación de transparencia» del Gobierno andaluz y dijo que Andalucía «está en la cabecera» entre las comunidades autónomas del país con menores listas de espera. «Hay listas de espera pero la situación de Andalucía es mejor que en otras comunidades».  Todas estas manifestaciones se produjeron después de que el PP-A anunciara la presentación de una iniciativa para la creación de un grupo de trabajo que aclare la situación de las listas de espera sanitarias en Andalucía.

Pues bien, el día 8 de Septiembre fue presentada esta iniciativa que recibió el apoyo de PP, Podemos e IU, pero fue rechazada por PSOE y Cs.

Desde el SMA queremos expresar nuestra indignación por este rechazo institucional (apoyado por PSOE y Cs). Consideramos que la creación de un grupo de trabajo sobre la situación de las listas de espera es una iniciativa que mejoraría la transparencia e información sobre la gestión sanitaria andaluza.

Proclamar la “vocación de transparencia” mientras se rechazan iniciativas para aumentarla es un ejercicio de cinismo intolerable.

Declarar la apuesta por la mejora de infraestructuras, cartera de servicios y derechos de los trabajadores, mientras somos la comunidad con menos inversión en sanidad y con los profesionales peor tratados y pagados, nos parece un engaño a los andaluces.

Iniciativas como ésta son muy necesarias en nuestra comunidad. El hecho de que fuera apoyada por grupos tan dispares como PP, Podemos e IU, no hace más que demostrar su necesidad. Pero para el PSOE y Cs parece que es más importante mantener el ocultismo.

Por su parte, el Consejero de Salud, D Aquilino Alonso, también ha salido  al paso con unas manifestaciones que no tienen desperdicio

Proclama las bonanzas de un  “Plan de Renovación de la Atención Primaria, con la participación de los profesionales de este nivel asistencial y de las sociedades científicas”, mientras los profesionales se quejan desesperados del ninguneo que reciben por parte de la administración y de la situación caótica de una atención primaria que no permite dedicar más de 3-4 minutos a cada paciente.

Habla del “Plan de Atención a Pacientes Crónicos Complejos, elemento clave para los sistemas públicos sanitarios» y de “seguir mejorando los servicios de Urgencias hospitalarios”, mientras a los ancianos que acuden a urgencias con importantes descompensaciones de sus procesos crónicos se les manda a casa en espera de una  cama libre y a la vez se mantienen cerradas alas enteras de los hospitales.

Enfatiza que “las políticas de personal son una de las prioridades de la Consejería de Salud, ya que son los profesionales los que hacen posible, con su cualificación, la asistencia sanitaria en todos los niveles”, mientras hace caso omiso a sus reivindicaciones, continúa con políticas como las fusiones hospitalarias ampliamente rechazadas por todos los profesionales, mantiene sin contenido ni negociación real a una mesa sectorial que últimamente solo sirve como vía de comunicación de decisiones unilaterales y se niega a ejecutar cientos de sentencias que dan la razón a las reivindicaciones de los colectivos sanitarios.

En fin, en medio de toda esta lista de despropósitos, aparece una iniciativa que a nuestro juicio mejoraría de forma importante la transparencia y el control de las listas de espera y es rechazada por el partido al que representa (y el injustificable apoyo de Cs); dos días después y sin que le tiemble el pulso, el Consejero afirma que hay que “seguir reduciendo los tiempos de espera de los andaluces y andaluzas para procedimientos quirúrgicos, consultas externas y pruebas diagnósticas, con una mejor gestión de colas o el incremento de recursos de quirófanos y consultas” pero eso sí los tiempos de demora serán publicados cómo y cuándo ellos quieran y en ningún caso nadie podrá auditarlos ni dudar de su veracidad.

Y para terminar se despacha con una perla del cinismo, “pide a los profesionales que se impliquen en la gestión clínica” ¿Cómo Sr Consejero? ¿Cumpliendo los objetivos impuestos que nos obligan a reducir el número de pacientes derivados a especialistas o a dar altas precoces para reducir el gasto? ¿Manifestando nuestras opiniones en escritos a las gerencias para que Uds los ignoren sistemáticamente? ¿Respetando las decisiones no consensuadas de directivos y mandos intermedios puestos a dedo?

Participar en la gestión no es acatar órdenes sin rechistar, ni cumplir fielmente las indicaciones recibidas. Participar es tener la oportunidad de influir en objetivos, proponer y modular iniciativas, tener acceso a la información y negociar en base a ella las actuaciones de mejora necesarias.  Lo que Ud hace es nombrar directivos que presionan y atemorizan a profesionales y, eso no es gestión clínica, Sr Consejero, eso es “presión cínica”.

Y cuando afortunadamente dos o tres grupos parlamentarios tan distintos se unen en una votación para sacar adelante una iniciativa de control y transparencia razonable, Uds buscan el apoyo de sus socios y la rechazan. ¿De que tienen Uds miedo, Sr Consejero? ¿De destapar sus verguenzas?