Lo que ganan los médicos: «Cobro 11,3 € la hora y las señoras de la limpieza, nueve”.
Lo que todos sabemos y lucharemos por cambiar. Además de sueldos bajos no acordes con nuestro entorno europeo y mayor precariedad, lo peor que aguantamos ahora es el trato que recibimos por parte de algunos cargos intermedios y la propia administración.
“No me puedo organizar, no tengo estabilidad, nunca sé bien lo que voy a ganar, aunque sí sé que no va a ser mucho, y no me puedo plantear nada a futuro”. Quien dice esa frase podría ser cualquier español menor de 40 años y dedicado a casi cualquier actividad profesional, con las salvedades conocidas. En este caso, quien se lamenta de esa manera es una médica de 44 años. Ni su profesión ni su edad casan mucho con los estándares de la precariedad. Hasta ahora.
En efecto, los médicos no están ya entre esas pocas profesiones muy bien remuneradas, esos sectores que tradicionalmente se asociaban con una buena cuenta corriente y un futuro seguro y próspero. Su creciente precarización se traduce en que más de un tercio de ellos gana menos de 40.000 euros al año, “¡si llega!”, en exclamación de Carlos Bautista, miembro de la plataforma de sanitarios Basta Ya. “¿Los médicos, ricos? ¡Qué va!”, exclama casi entre risas este hombre, que cree que el grueso de la sociedad ya es consciente de que “la casta médica no es tal casta y los recortes a quienes nos están afectando más es a nosotros”.
Los datos de la primera encuesta de ‘Medscape’ al respecto dibujan una retribución media de 53.000 euros anuales. Una cantidad en la que van incluidos peritajes, charlas y otros ingresos extraordinarios. Eso, para una actividad mayoritaria de más de 50 horas de trabajo. Pero hay franjas de edad y de sexo en las que esa cifra se ve drásticamente reducida. Por ejemplo, todas las mujeres cobran 45.000 euros de promedio, incluyendo especialistas. Unos 12.000 euros menos que sus compañeros varones. Las sucesivas jubilaciones forzosas, aunque el sistema tiene un serio déficit de personal en algunas especialidades, han reducido notablemente la bolsa salarial.
“Yo cobro 11,3 euros la hora y las señoras de la limpieza, nueve euros”, exclama una médica de atención primaria que prefiere no desvelar su nombre, “porque está habiendo muchas represalias a quien habla en los medios”. “Si hubiera sabido eso cuando empecé a estudiar, no me meto en Medicina, aunque me encanta”, se lamenta, desencantada, esta mujer, que asegura que gana “muchísimo menos dinero que hace seis años”. Percibe en torno a los 2.200 euros al mes, un sueldo que en la España contemporánea no es nada desdeñable, pero que no es, precisamente, lo que se asocia a una profesión de prestigio “en la que tienes que estudiar seis años de carrera, más cuatro de especialización, más al menos uno para preparar el MIR”.
“La profesión está depauperada y refleja la realidad de este país”, sostiene con pesimismo Francisco Miralles, secretario general de CESM (Confederación Estatal de Sindicatos Médicos), que apunta a que sus reivindicaciones y manifestaciones deberán ir dirigidas en el futuro “más al Ministerio de Hacienda que al de Sanidad, que no pinta nada”. En su opinión, su profesión es una de las más castigadas por la crisis, “y eso que ya se partía de una retribución mucho más baja que en otros países europeos”.
De hecho, los médicos españoles son de los peor pagados del continente. Las diferencias con Reino Unido, donde el sueldo bruto anual promedio es de 129.000 euros, son siderales, pero también con Alemania (125.000) o Francia (96.000). “Incluso nos sacan más del doble en Italia”, exclama Miralles. Los médicos italianos ganan en torno a los 80.000 euros. “En Portugal están más parecidos, pero aun allí se gana más que en España”, revela el sindicalista. Lo curioso es que más del 10% de los facultativos ingleses se sienten ‘pobres’, aunque perciban tres veces más dinero que sus homólogos españoles.
“Los jóvenes están fatal, pero lo gracioso es que en esta profesión, como muy poco, tienen en torno a los 40 años, porque se tarda mucho en acceder al sistema laboral”, subraya Bautista. “Los pobres, además, están mareados, porque el Sistema Público de Salud va cambiando sus condiciones cada dos por tres”, insiste el veterano doctor malagueño. “Lo peor casi no es el sueldo, sino el trato”, confirma una médica con dos niños pequeños que aún no sabe cuál va a ser su destino laboral. “Me hacen contratos de meses y luego además no se me acumula la experiencia en puntos, me hacen tábula rasa”, se queja. «Así es imposible estabilizarse en nada», concluye pesimista.
El pasado mes de marzo, los médicos organizaron una gran manifestación para protestar y visibilizar su situación. Algo muy inusual en una profesión en la que nunca han tenido mucho peso los sindicatos de clase tradicionales. “A los antiguos, hubiese sido imposible sacarlos a la calle a protestar, entonces había una conciencia de cuello blanco muy ajena a las protestas colectivas”, señala el doctor jubilado Carlos Martínez.
Las demandas de aquella masiva protesta celebrada el 21 de marzo se fundamentaban en la denuncia de que el colectivo había perdido en torno al 25% de su poder adquisitivo en los últimos seis años. Una tendencia que señalan todos los informes salariales y que deja al pasado 2017 como el año de mayor precariedad en el sector. “Se supone que todos estamos empezando a sacar cabeza tras la crisis, pues entre los médicos parece que es al revés, cada vez vamos a menos”, sentencia Miralles.
Fuente: El Confidencial