Los médicos andaluces cobran 1.231 euros brutos menos al mes que los vascos. Y todos, menos que en el 2009.
El médico de primaria del SNS cobró en 2018 una media de 1.205,25 euros menos que en 2009, según un estudio retributivo de la OMC, que corrobora, además, las enormes diferencias entre autonomías. Pérdida de un 16% de poder adquisitivo en la última década
A pesar del repetitivo mensaje de responsables políticos y sanitarios sobre el peso específico de primaria y la importancia de sus profesionales, el médico del primer nivel asistencial vale hoy para el Sistema Nacional de Salud (SNS) unos 1.200 euros menos de media al año que en 2009. Eso es, al menos, lo que dicen las nóminas de los profesionales, según el Estudio comparativo de Retribuciones de Primaria 2009-2018, elaborado por la Vocalía de Atención Primaria Urbana de la Organización Médica Colegial (OMC). El estudio, que divide a los médicos de Familia y pediatras en cuatro categorías o tipos (en función de su edad, experiencia y nivel retributivo), cifra en 1.205,25 euros la pérdida salarial bruta anual del facultativo en esa horquilla de diez años. Si al salario base le sumamos el complemento de atención continuada (es decir, las guardias, obligatorias en la mayoría de las comunidades), el médico de primaria cobró en 2018 una media de 1.115,25 euros menos al año que en 2009.
Y todo eso, “hablando sólo en euros contantes y sonantes”, matiza Vicente Matas, vocal de Primaria Urbana de la OMC y coordinador del estudio; es decir, sin tener en cuenta los impuestos directos (IRPF), indirectos (IVA, tasas, IBI…) y la inflación, que entre enero de 2009 y diciembre de 2018 se elevó hasta el 14,1%, según el Instituto Nacional de Estadística. “Si aplicamos ese incremento de la inflación a los salarios de 2009, podemos estimar en un 16% la pérdida media acumulada del poder adquisitivo del médico en esa década”, afirma el vocal colegial.
La merma retributiva se da en los 4 tipos de médicos que establece el estudio y en todas las comunidades (salvo incrementos puntuales en Murcia y la Comunidad Valenciana), pero es especialmente acusada en Andalucía (ver cuadro), que lidera el ranking de recortes en 3 de los 4 tipos fijados y, sobre todo, en los dos últimos, que engloban a los facultativos de más de 40 años (hasta la jubilación), con plaza en propiedad, varios trienios y carrera profesional retribuida; es decir, los facultativos en la parte central de su carrera. El estudio cifra en 3.036, 25 euros la pérdida media del médico andaluz entre 2009 y 2018.
“Uno de los motivos -aunque no el único- por el que hemos salido a la calle en los últimos meses ha sido, precisamente, el agravio salarial. Ya no pedimos equipararnos con las autonomías que mejor pagan, sino acercarnos a la media de España”, afirma Andrés Jiménez Marín, vocal de Primaria del Sindicato Médico Andaluz.
Un facultativo andaluz de primaria, de entre 40 y 55 años, con plaza en propiedad, cinco trienios y el segundo nivel de carrera retribuido cobró el año pasado 38.694 euros netos (sin guardias), muy alejados de los 45.510 euros que cobró un colega de Murcia con las mismas características. La media nacional fue de 41.241 euros.
Jiménez Marín cree que la mayor diferencia la marca el precio de la hora de guardia, que en Andalucía es, con diferencia, el más bajo del SNS (16,86 euros por hora en un día laborable, frente a los 27,63 de Murcia o a la media española que se sitúa en los 22,84 euros). “pero también el complemento por tarjeta sanitaria, entre los más bajos de España, o el hecho de que sigamos sin cobrar los complementos de continuidad asistencial y de acúmulo de cupos, pese a que hay acuerdos firmados que reconocen el abono de ambos”, dice Jiménez Marín.
Según el vocal de Primaria de la OMC, la recuperación salarial es inviable “si no ponemos el contador a cero y partimos de la situación retributiva que teníamos en el año 2009, porque los recortes para los médicos fueron progresivos, y muy superiores al 5% general de los funcionarios, y las subidas registradas en el último trienio han sido lineales [1% en 2016, otro 1% en 2017 y un 1,75% desde agosto de 2018]”.
A la pérdida retributiva se une, según el estudio de la OMC, la precariedad e inestabilidad contractual. Matas valora iniciativas como las de Galicia y Castilla y León de ofrecer contratos a los MIR de Medicina de Familia que acaban la especialidad, pero matiza que “no basta con ofrecer contratos atractivos a los 1.654 médicos de Familia y 392 pediatras que en 2015 eligieron una especialidad de primaria y en mayo terminarán su residencia, sino que hay que hacer extensiva esa oferta a los médicos de promociones anteriores que están trabajando con contratos temporales y muy inestables”.
Concha Nafría, directora general de Profesionales de la Gerencia de Castilla y León (Sacyl), afirma que esos contratos (de 1 a 3 años de duración, para médicos recién titulados) “son sólo la última medida de Sacyl para afrontar un déficit de médicos de primaria que afecta a todas las comunidades. Entre 2017 y 2018 hemos convocado una OPE con 640 plazas de primaria, y en 2019 sacaremos otras 700. A eso se suma un concurso de traslados permanente y abierto a médicos de otras autonomías, que es el primero que se convoca en el SNS con estas características”.
Los médicos castellanoleoneses de los 3 primeros tipos del estudio (hasta los 55 años) han perdido una media de 1.868 euros brutos anuales desde 2009. En cambio, los que están más cerca de la jubilación cobraron el año pasado 666 euros más que en 2009. Nafría admite que “como todos los empleados públicos, los médicos han sufrido la contención presupuestaria, pero creo que el sistema salarial no es el factor clave para explicar el déficit de médicos en el nivel, porque ese déficit es generalizado en todas las autonomías, al margen de tablas salariales”. Aun así, la responsable de Sacyl añade que “la inminente aprobación de los nuevos complementos de productividad variable y de compensación del cupo situarán a nuestros médicos en niveles retributivos previos a los recortes de la crisis”.
Matas llama la atención sobre el hecho de que no haya ningún grupo de trabajo específico sobre retribuciones dentro de los tres que ha creado el Ministerio de Sanidad para abordar la reforma del nivel, “aunque es evidente que el Foro de Atención Primaria llevará el tema al grupo de Profesionales (los otros dos son de Administración y Ciudadanos)”.
Amando Martín Zurro, uno de los dos expertos designados por el ministerio para coordinar ese trabajo, admite que las retribuciones “tienen un papel relevante para definir la motivación del profesional”, pero matiza que, en el caso de primaria, esos elementos son múltiples y variados. “El marco laboral, organizativo y de conciliación, junto con las expectativas de progreso profesional y de trascendencia, utilidad y reconocimiento son factores clave. Toda iniciativa sobre la necesaria renovación de primaria que se precie debe responder a las nuevas necesidades que plantean los cambios sociales, demográficos, epidemiológicos y tecnológicos, con el objetivo de optimizar la efectividad de los muchos recursos públicos que se dedican al sector sanitario, máxime cuando la mayoría de esos recursos los aporta el ciudadano vía impuestos”. Aun así, Martín Zurro reconoce que “comparados con los países de nuestro entorno, los médicos españoles de primaria están en el furgón de cola retributivo”.
En 2018, la media de la retribución anual bruta osciló entre los 43.956 euros del médico tipo 1 y los 65.276 del tipo 4. El máximo de España lo marcaron los 82.500 euros que cobraron los médicos de Ceuta y Melilla. A título comparativo, el estudio de la OMC aporta las cifras de otros países: Reino Unido (entre 90.000 y 144.000 euros al año), Francia (entre 60.000 y 115.000), Bélgica (entre 75.000 y 107.000) o Estados Unidos (entre 147.000 y 170.000 dólares).
Fuente: Diario Médico