Los valores y la sostenibilidad económica (“Nadie da duros a pesetas”)

Continuando con la lectura de este Anteproyecto de Ley, nos encontramos con la definición de los valores en los que se fundamenta la sostenibilidad. 

Hay de todo en este Capítulo I, Artículo10:  desde obviedades tópicas como la equidad y la solidaridad hasta “promesas” en las que ya no podemos seguir creyendo como “el diálogo”, “la participación de los profesionales” o “el gobierno transparente”. En fin una nueva declaración de principios tan reiterativa como poco creíble y, por supuesto, tan indefinida y amplia como para que su cumplimiento o incumplimiento  sea solo cuestión de matices e interpretaciones.

En el Capítulo II se aborda ya directamente la normativa que regirá la supuesta sostenibilidad económica. No nos vamos a extender en el análisis porque tampoco hay mucho que analizar; las bases declaradas para hacer económicamente sostenible el SSPA son las siguientes (Juzguen Uds):

–         El presupuesto de Andalucía garantizará la financiación del SSPA (¿Podría ser de otra forma?)

–         Se elaborará un plan de gestión (¿Hasta ahora no lo teníamos?)

–         Los ingresos generados por el SSPA se reinvertirán en el SSPA (¿Quién se los quedaba antes?)

–         Se crearán estructuras de compras y contratación buscando optimizar los recursos y homogeneizarlos en todos los centros (¿y?)

–         Uso racional del medicamento. (Seguimos con lo de siempre: compraremos lo más barato aún a riesgo de disminuir su efectividad, mantendremos “cara a la galería” muchos medicamentos financiados pero obligaremos al médico a no recetarlos, fiscalizaremos las prescripciones sin tener en cuenta criterios clínicos ni características de la población y, en definitiva, gastaremos mucho menos en medicamentos sea como sea)

–         Se incorporarán las tecnologías sanitarias avaladas por la evidencia científica que superen una valoración ética, clínica, social y económica. (¿Cómo habremos estado comprando tecnología en estos años? ¿Quién ha decidido y con qué intereses las compras realizadas?  ¡Preferimos no pensarlo!)

–         Y por último el artículo 17 habla de los profesionales y este punto ya fue comentado en la primera entrega sobre esta ley.

Resumiendo el fantástico, innovador, original y detallado  plan de nuestro Gobierno Andaluz para garantizar la sostenibilidad económica del SSPA es el siguiente:

 Vamos a financiar con los impuestos de nuestros ciudadanos el sistema de salud de Andalucía; lo haremos elaborando un plan de gestión que incluya el estudio económico, como si fuésemos una empresa seria; no compraremos alocadamente y compraremos lo mismo para todos nuestros usuarios; tampoco adjudicaremos obras si no es con criterios razonables; por supuesto y ya que la empresa es la que manda (aunque sea con el dinero de todos), los criterios que definan cual es la compra adecuada y a quién se ha de adjudicar tal o cual obra, los pondrá la empresa; compraremos medicamentos fabricados en “china” de dudosa calidad y obligaremos al médico a que convenza al paciente de que son la mejor alternativa terapéutica; adquiriremos nuevas tecnologías sanitarias siempre que la empresa considere adecuada su compra y sean lo suficientemente baratas; y por último, si a pesar de todo este impecable plan, aún nos sigue haciendo falta algo de liquidez, reduciremos las plantillas y recortaremos los sueldos de los profesionales, al fin y al cabo con este plan de gestión tan bien especificado, ya casi no hacen falta los médicos.

Comité Ejecutivo SMA

Fuente: SMA