La Consejería de Salud presentó la semana pasada ante un millar de profesionales sanitarios y miembros de comunidades científicas un plan de renovación de la Atención Primaria, puerta de entrada al sistema sanitario y donde trabaja el 36 por ciento de la plantilla del SAS (24.300 de sus 95.000 profesionales). El plan prevé estabilizar las plantillas en los centros de salud, mayor coordinación entre el médico de cabecera y el enfermero como equipo de referencia del paciente, más competencias del primero para pedir pruebas, la introducción de consultas por videoconferencia, un reparto de cupos que tenga en cuenta la complejidad de los pacientes que atiende cada médico. 

A tenor de la encuesta realizada por la Organización Médica Colegial (OMC) sobre la sobrecarga de trabajo que padecen los médicos de familia, un plan de este tipo resulta especialmente necesario pues el estudio revela que el 63,8 por ciento de los médicos de cabecera tiene más de 1.500 pacientes asignados, una cifra a partir de la cual se considera un cupo excesivo, y el 69,6 por ciento atiende más de 40 consultas en un día normal, que en periodos vacacionales o de alta demanda puede llegar al 89,2 por ciento. En ambos casos, el porcentaje de profesionales con una carga excesiva de trabajo supera la media nacional y está por encima de la mayoría de las comunidades.

La encuesta ha sido realizada por internet a 4.521 profesionales, 1.045 de Andalucía. El informe parte de un cupo medio teórico de 1.500 pacientes para los médicos de familia y mil para los pediatras, con una frecuentación media de 5,45 visitas al año en el caso del médico de cabecera y de 4,92 en el caso de los pediatras, según los estándares calculados por el Ministerio de Sanidad. De esta forma, cada médico de familia debería tener unas 34 consultas diarias y cada pediatra una veintena.

Hasta aquí la teoría. Pero la encuesta revela una realidad bien distinta que, según destaca la OMC, se ha visto agravada en los últimos años con los recortes al no cubrir bajas, vacaciones y jubilaciones y repartir los pacientes entre el resto de profesionales de un centro de salud.

En Andalucía, el 63,8 de los médicos de familia tiene asignado un cupo superior a 1.500 pacientes –más en las ciudades y grandes municipios que en los pueblos pequeños, salvo médicos que atienden a varios y deben desplazarse–. La media estatal de médicos que superan este cupo es del 52,5 por ciento y sólo Baleares, Madrid o Valencia superan a Andalucía en cifra de facultativos en esta situación. En el caso de los pediatras de Atención Primaria, el 77,8 por ciento tiene asignados más de mil niños (el 67,8 por ciento de media nacional). Sólo Baleares, Cantabria o Cataluña tienen más pediatras con un cupo excesivo.

Pero no todos los cupos son iguales. La edad, la cronicidad y otros factores influyen en la frecuencia de visitas y necesidad de atención. Así, Andalucía es la comunidad donde más médicos superan las 40 consultas en un día normal, el 69,6 por ciento (la media nacional es del 41,3 por ciento).En días de incremento de demanda y periodos vacacionales llega al 89,2 por ciento (frente al 69,7 de media nacional), aunque en estos casos la situación es aún peor en Murcia. En el caso de los pediatras, el 76,6 por ciento ve a más de 25 niños al día en circunstancias normales (el 53,3 por ciento de media nacional) y en días de alta demanda o vacaciones el porcentaje se eleva al 93,4 por ciento (87,6 por ciento).

El resultado de todo ello es la demora en las citas de Atención Primaria que, a juicio de la OMC «puede suponer un mal uso del sistema sanitario, un mayor coste y la saturación de los servicios de urgencias». Se considera que hay demora cuando el paciente no logra cita para el mismo día o el siguiente pero es «preocupante» a partir de más de dos días, una situación que en Andalucía se da en el 38,2 por ciento de los casos en las consultas de los médicos de familia y en el 17,4 por ciento de los casos en las de Pediatría.

Fuente: El Correo de Andalucía