Los recortes del SAS en verano, a los tribunales.
Como consecuencia de los recortes presupuestarios, los incidentes a causa del cierre de servicios, la falta de personal y la saturación de los profesionales ya dan lugar a denuncias ante la Fiscalía.
Los recortes del Servicio Andaluz de Salud (SAS) durante este verano ya han dado lugar a una denuncia ante la Fiscalía de Málaga, la interpuesta por la asociación El Defensor del Paciente, que reclama una investigación para esclarecer la muerte en Estepona el pasado 25 de julio de un hombre de 64 años que tuvo que esperar una hora y media la llegada de una ambulancia, según su familia.
Una familia que también se está planteando la posibilidad de presentar una denuncia en los juzgados, al entender que pudo existir negligencia en la tardanza en la atención.
El Defensor del Paciente reclama al Fiscal Jefe de Málaga, Juan Carlos López Caballero, que abra una investigación de oficio, teniendo en cuenta que la «actuación rápida ante un infarto puede salvar la vida, algo que es evidente que no sucedió en este caso». En su escrito añade que «los recortes en personal y medios cuestan vidas y este es un ejemplo», al tiempo que confía en que se atienda su petición «para que estos sucesos por el presunto retraso de asistencia a un paciente con el coste irreparable de muerte no sean tan habituales».
El consejero de Salud, Aquilino Alonso, sin embargo, no explicó en la falta de medios lo sucedido, sino que lo achacó al hecho de que en un primer momento no se pensó que la víctima podría sufrir un infarto. Alonso rebajó además a 49 minutos el tiempo que empleó la ambulancia en llegar, aunque anunció que se seguiría «viendo la situación».
Una situación, la sanitaria, que pese a la aparente desidia oficial se complica día a día en este verano. Pacientes desatendidos, enfermos de cáncer avanzado a los que se cita a los tres meses, aumento de las agresiones en hospitales y centros de salud, puntos de urgencias atendidos solo por un conductor de ambulancias, cierre de camas y quirófanos, profesionales dispuestos a marcharse por falta de medios o exceso de trabajo…
Los hechos parecen obstinarse en demostrar que los recortes han generado un absoluto caos sanitario en Andalucía, por mucho que el SAS insista, por una parte, en asegurar que la atención sanitaria está garantizada en toda la comunidad y, por otra, en resaltar su esfuerzo a la hora de reforzar la asistencia, sobre todo en la costa, donde la población se multiplica estos meses.
Algo muy distinto a lo que parece vivirse en el día a día de los centros de salud y hospitales, como ponen de manifiesto continuamente profesionales y sindicatos. Las agresiones sufridas por dos enfermeros hace solo unos días en el Hospital Costa del Sol de Marbella han vuelto a poner de manifiesto que las largas esperas a las que se ven sometidos los pacientes -cinco horas en urgencias en este caso- por falta de personal y medios son el principal caldo de cultivo para el aumento de la tensión y la violencia. Los sindicatos han advertido además del riesgo de que se reproduzcan más incidentes de este tipo a causa del cierre de servicios, la falta de personal y la saturación de los profesionales.
También han advertido de este riesgo el personal de la unidad de Salud Mental del Hospital Torrecárdenas de Almería, donde se han registrado oficialmente 25 agresiones entre enero y junio, aunque en realidad se han producido muchas más que no han sido denunciadas. En la actualidad, en esta unidad llegan a quedar solos dos enfermeros, cuando los protocolos del SAS para garantizar la seguridad del personal y de los pacientes en la contención mecánica de los enfermos establecen un mínimo de cuatro personas, y preferentemente cinco.
Mientras el SAS habla de camas reservadas en lugar de cerradas y de absoluta normalidad en vez de caos, la realidad muestra a diario otra cosa bien distinta, y que los pacientes son, junto al personal sanitario, quienes sufren más las consecuencias. Este diario ha informado estos días, por ejemplo, del caso de un paciente con cáncer de colon en estado avanzado y metástasis en el hígado, a quien el Hospital Torrecárdenas de Almería citó a los tres meses para establecer su tratamiento por falta de médicos, ya que los facultativos que se van de vacaciones no son sustituidos, como le dijeron.
Solo las denuncias del afectado y sus familiares, y la publicación de la noticia han hecho posible que el SAS rectificara y adelantara la cita a la semana pasada. Como apuntaba un médico del hospital almeriense, el paciente tuvo la «mala suerte» de que se le diagnosticara el cáncer durante el verano. «Si hubiera sido en invierno, su caso habría estado resuelto un mes antes», decía.
Fuente: El Mundo