Los residentes han perdido hasta un 25% de su salario desde 2009.
Según CESM, las retribuciones son bajas, las diferencias entre los diferentes Servicios de Salud importantes, los recortes progresivos fueron excesivos y las subidas lineales, insuficientes.
El Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada (CESM) ha elaborado un estudio sobre la Evolución de los salarios de los médicos residentes ante el periodo de crisis. En concreto, se trata de un estudio que pretende conocer las diferencias en las retribuciones en el año 2018 de los facultativos residentes (médicos, farmacéuticos, biólogos, químicos, psicólogos y radio-físicos) en los diecisiete servicios de Salud de España e INGESA (Ceuta y Melilla). Para ello, se comparan cada uno de los años que componen la residencia con los diferentes conceptos retributivos.
La conclusión principal de este análisis la exponía Vicente Matas, coordinador del Centro de Estudios del CESM en Granada, y no es otra que el nivel de recortes y de pérdida de poder adquisitivo de los médicos residentes (MIR) podría alcanzar hasta el 25 por ciento en la última década.
En concreto, entre el año 2009 y el 2018, los residentes han sufrido unos recortes que se traducen directamente en la pérdida media de entre 975 euros/año y 1.348 euros/año, muy por encima de profesionales de otras categorías de su mismo nivel retributivo, sin tener en cuenta las guardias.
A estos importes hay que sumar un incremento de jornada de 2,5 horas/semanales, aún vigente en muchos Servicios de Salud, que económicamente tienen un valor aproximado del 6,70 por ciento de las retribuciones brutas, es decir, entre 900 € brutos anuales mínimos para los residentes de primer año y los 1.500 € brutos anuales máximos para los residentes de quinto año.
En resumen, la pérdida de directa en los residentes por su jornada ordinaria, sin guardias, supera el 10 por ciento en muchos casos. Así, en 2018 se ven obligados a trabajar más horas por una retribución menor que en el año 2009.
Diferencias salariales
Haciendo una estimación global de los datos de 2018, y sin contar los complementos salariales de las guardias, las retribuciones mensuales mínimas van desde los 1.109 euros/mes brutos en el residente de primer año, que una vez descontado el IRPF y la Seguridad Social (SS) queda en una retribución neta de 938 €/mes, hasta los 1.530 €/mes brutos en el residente de quinto año, que descontados IRPF y la SS quedan netos 1.233 €/mes.
Si este es el mínimo, la media general arroja que el salario sería de 1.192 €/mes brutos en el residente de primer año, que una vez descontado el IRPF y la SS queda en una retribución neta de 1.020 €/mes, hasta los 1.632 €/mes brutos en el MIR de quinto año, que descontados IRPF y la SS quedan en un sueldo neto de 1.311 €/mes.
Por último, las retribuciones más altas alcanzan los 1.435 €/mes brutos en el residente de primer año, que una vez descontado el IRPF y la SS queda en una retribución neta de 1.231 €/mes, hasta los 1.981 €/ mes brutos en el MIR de quinto año, que descontados IRPF y la Seguridad Social quedan netos 1.601 €/mes.
Mención especial merece el Instituto de Gestión Sanitaria INGESA (Ceuta y Melilla), ya que en este territorio se percibe un complemento por residencia, cuya retribución es de 914,93 €/mes (10.979,16 €/año) y además en el impuesto de la renta disfrutan de unas retenciones y una tarifa un 60 por ciento inferior a la del resto de España. En INGESA solo existen plazas de Medicina de Familia (3 por año en Ceuta y otras 3 en Melilla) y una plaza de Medicina del Trabajo, con lo que no existe la posibilidad de MIR de quinto año. Existe también plus de residencia en Baleares y Canarias pero de cuantía mucho más pequeña.
De esta forma, el resumen de CESM apunta a que las retribuciones son bajas, las diferencias entre los diferentes Servicios de Salud importantes, los recortes progresivos fueron excesivos y las subidas lineales, insuficientes.
Fuente: El Médico Interactivo