Hace  unos días, el SAS publicaba en su web el anuncio de la Oferta de Empleo Público correspondiente al año 2018.

Esta noticia, hecha pública tras una reunión de Mesa Sectorial, totalmente descafeinada en la que las decisiones se pospusieron a otras reuniones, sería estupenda para los demandantes de empleo si no fuese por que la historia reciente no ofrece motivos para la euforia. Muy al contrario por la inefectividad de una administración que sólo se mueve bien en el ámbito mediático, hace desconfiar a unos aspirantes que ya no creen en la capacidad del SAS para cumplir su compromisos.

Para muestra un botón, si repasamos la cronología de las tres ofertas de empleo unificadas en una sola convocatoria (2013, 2014 y 2015) el panorama es  desalentador. 

Tomemos como ejemplo la de Médicos de Familia de Atención Primaria:

– Solo ¡¡86!! plazas ofertadas desde su convocatoria, marzo de 2015 (después vinieron cuatro  correcciones de errores).

– El examen se celebró en febrero de 2016.

– Los listados de aprobados en julio de 2016 y a partir de ahí se inició la fase de concurso.

– Por fin en junio de 2018 (2 años depués) se pública un listado ¡¡PROVISIONAL¡¡ de aspirantes con plaza, que aún puede sufrir modificaciones.

– En Junio de 2018 se realizó el examen correspondiente a la OPE de 2016 y los opositores tuvieron que volver a examinarse sin saber aún si habían obtenido plaza en la OPE anterior.

– Y además sin saber qué plazas se adjudicarán ni cuando está previsto que finalice el proceso.

Han pasado más de tres años para una oposición con un número ridículo de plazas sin estar resuelta y sin que la administración ofrezca una fecha horizonte para su resolución definitiva.

Los profesionales están hartos de promesas, de mentiras, de falta de transparencia, y nosotros  sus representantes más que decepcionados por la falta de respeto de esta administración pública hacia sus trabajadores.

Hemos solicitado de forma reiterada que se agilicen los trámites para resolver esta situación, pero parecen estar más preocupados por LA PUBLICIDAD QUE POR LA REALIDAD.

Vender humo es fácil, no cuesta dinero ni esfuerzo, pero  deteriora las aspiraciones de los profesionales sanitarios en su deseo de  estabilizar su empleo y degrada la confianza de los ciudadanos en sus instituciones públicas.

Seguro que antes del 2 de diciembre muchas de estas historias interminables serán finalizadas. Ahora si hay motivos serios para darse prisa.

Comité Ejecutivo SMA