Romanza de verano.
¿Dónde estarán nuestros mozos, que a la cita no quieren venir, cuando nunca a este sitio faltaron, y se desvelaron por estar aquí? Magnífico artículo de opinión de Pilar Bartolomé, secretaria de Salud Laboral de CESM.
¿Dónde estarán nuestros mozos, que a la cita no quieren venir, cuando nunca a este sitio faltaron, y se desvelaron por estar aquí?
Desde hace años se deteriora la calidad de la sanidad pública a causa de la mala gestión del personal, al que se exige durante todo el año “un sobre esfuerzo” laboral.
Sentirse explotado en el trabajo es una sensación que, por desgracia, se extiende. Esta puede manifestarse, ya sea por la obligación de trabajar más horas de las que le corresponden por contrato, de asumir funciones y obligaciones que no corresponden al empleado o la excesiva carga de trabajo que debe soportar. A veces, incluso se acumulan todos estos motivos y la situación se vuelve insoportable.
El miedo a perder el puesto de trabajo lleva a no denunciar los hechos y eso es algo de lo que se aprovechan las administraciones sanitarias para vulnerar la ley con sus trabajadores.
No se cubren las sustituciones, se mantienen servicios y camas cerradas, aumentan las listas de espera y, al no tener profesionales que contratar, se cancelan intervenciones quirúrgicas.
Se intentan contrataciones mediante curriculum vitae, saltándose los principios constitucionales de igualdad, mérito y capacidad establecidos en las Bolsas de empleo de los distintos servicios sanitarios. Incluso se pretenden cambios normativos orientados a modificar el Estatuto Básico del Empleado Público para que amparándose en el “interés de Ley” no existan nombramientos arbitrarios que incumplan los requisitos que deben regir la selección de empleados públicos.
Numerosas autonomías están teniendo problemas para encontrar médicos para las sustituciones de veranos debido a que “las bolsas de empleo están vacías” o a que ningún facultativo está dispuesto a aceptar las condiciones que ofrecen y emigran.
Preocupante futuro, mayor dificultad vendrá cuando se tengan que cubrir huecos no por vacaciones o por enfermedad , si no por la jubilación masiva de médicos que se prevé en unos 10 años, la falta de planificación en el Sistema Nacional de Salud (SNS) comienza ya a dejarse notar, especialmente en estos períodos como el verano, o Navidades donde la mayoría de los sanitarios cogen vacaciones.
Nos encontramos una sanidad claramente mejorable, con listas de espera, obsolescencia tecnológica, profesionales desmotivados (siendo el mejor valor del sistema) y, sobre todo, con un sistema centrado en la asistencia y que minusvaloraba la importancia de la promoción y prevención de la salud. La Atención Primaria y mejorar su capacidad resolutiva debería ser una opción de sus objetivos estratégicos.
Un problema que no es de uno ni de dos años, es de mucho tiempo.
El sufrimiento de los profesionales de la sanidad por esta situación es evidente y los efectos sobre su salud también: ansiedad, insomnio, problemas gastrointestinales, cefaleas, están muy generalizados.
Las promesas de mejora nunca llegan:
“Siempre me dices lo mismo; tus consejos no quiero escuchar, porque sabes decir muchas cosas, cariñosas, engañosas, pero nunca te quieres casar”.
Pilar Bartolomé, secretaria de Salud Laboral de CESM.
Fuente: Gaceta Médica