Sanidad aún no ha trasladado a los médicos sus 13 propuestas para paliar la falta de especialistas.
CESM, OMC y Facme no tienen comunicación oficial aún de las 13 líneas de trabajo pactadas por autonomías y M. de Sanidad, a debatir en el próximo Interterritorial, para paliar la falta de especialistas y desconocen el significado de algunas de ellas.
Los profesionales no han tenido todavía comunicación oficial de las trece medidas que el lunes acordó el grupo de trabajo sobre falta de médicos especialistas formado por el Ministerio de Sanidad y las autonomías en el marco del Consejo Interterritorial de Salud y que anunció este martes la ministra Dolors Montserrat en el Senado. Así al menos lo han asegurado a DM representantes de la Organización Médica Colegial, el sindicato médico CESM y la Federación de Asociaciones Científico Médicas (Facme), que confían en que Sanidad les tenga en cuenta al concretar estas propuestas.
Las 13 líneas de actuación desveladas por la ministra son las siguientes, según sus propias palabras:
- «Identificación de plazas, especialidades deficitarias y puestos que más cuesta cubrir en cada comunidad»
- «Ministerio y autonomías incentivarán a los especialistas que trabajan en plazas deficitarias o de difícil cobertura»
- «Mejorar la información que las autonomías hacen llegar al ministerio sobre número de contratos y plazas de cada especialidadad»
- «Facilitar la realización en los centros asistenciales de las autonomías de las prácticas necesarias para facilitar la homologación de extracomunitarios»
- «Actualizar los datos de todas las comunidades para desarrollar la OPE»
- «Coordinación de las diferentes categorías profesionales para evitar fugas entre autonomías»
- «Hacer un estudio de necesidades de especialistas»
- «Flexibilizar y agilizar la acreditación de unidades docentes para la formación sanitaria especializada»
- «Valorar la situación de las incompatibilidades del personal del SNS»
- «Estudiar la flexibilización de la vinculación de los profesionales a su centro para atender necesidades de varios dispositivos»
- «Restablecer el modelo de formación troncal»
- «Valorar la ampliación moderada de la oferta anual de la formación sanitaria especializada»
- «Revisión de los planes de ordenación de los planes de recursos humanos de las autonomías a 5-10-15 años vista».
Aunque se trata de líneas generales de trabajo, entre las trece propuestas de autonomías y ministerio figuran algunas que podrían ser ya polémicas, como la revisión de las incompatibilidades o la posibilidad de flexibilizar la vinculación de los médicos respecto a un centro para sí poder cubrir plazas en diferentes dispositivos.
El presidente de la OMC, Serafín Romero, ha celebrado que Ministerio y autonomías se hayan puesto «manos a la obra para resolver un problema del que venimos alertando desde hace tiempo: el riesgo de volver a la casilla de salida, al problema que detectamos en 2006, de dificultad de cubrir ciertas necesidades asistenciales». Romero confía, con todo, en que «las medidas que se adopten no lo hagan de espaldas a los profesionales porque entonces no se resolverá el problema» que, en su opinión «no es de falta de médicos sino de reorganización y cambios estructurales que son necesarios».
Sobre algunas de las medidas concretas que apunta Sanidad, como vincular a los médicos a varios centros para que puedan prestar asistencia en diferentes hospitales o dispositivos, el presidente de la OMC dice no tener información suficiente para valorar las intenciones reales de Sanidad, pero explica ya que habría que generar soluciones para paliar la falta de especialistas en centros comarcales y a la vez para que los que allí están no pierdan capacidad diagnóstica por falta de medios. En este sentido se inclina hacia fórmulas en la que los puestos en hospitales comarcales «tuvieran por ejemplo una puntuación diferente y una retribución distinta» para resultar más atractivos y, además, a que se establezcan «concursos de traslados todos los años para evitar el temor a que si aceptas una plaza en un comarcal no podrás moverte después».
Gabriel del Pozo, vicesecretario de CESM, lamenta también que «el grupo de trabajo no haya reunido a la Administración y a profesionales en la misma mesa», una medida que ya se solicitó durante la negociación de las condiciones de la OPE. En cuanto a algunas medidas en concreto, muchas, como mejorar la coordinación entre autonomías y aumentar las plazas MIR, reconoce que son compartidas por los profesionales.
Sobre posibles discrepancias, a falta de más detalles, Del Pozo señala que, por ejemplo, para facilitar la cobertura en plazas deficitarias «creemos que lo mejor sería incentivar la ocupación de esas plazas valorando en mayor medida el tiempo trabajado en esas vacantes a la hora de participar en OPE y traslados, que tendrían que mantener una periodicidad que facilitase la estabilización del personal. El incentivo económico también sería bueno, pero entendemos que en estos momentos es más difícil conseguir un acuerdo respecto a ello». Rechaza en cambio la posibilidad con la que han especulado algunas autonomías como Castilla y León como obligar a trabajar un tiempo en estos lugares tras terminar la formación MIR.
Por otra parte, le inquieta la medida referida a flexibilizar la vinculación a un centro para atender en varios dispositivos: «Eso suena a tener un suplente para todas las ausencias que te surjan, como si fueran personal de área. ¿Pretenden tener a un profesional tapando agujeros para simular que las necesidades están bien cubiertas? Lo que tiene sentido en sacar a oposición nuevas vacantes».
Tampoco sabe qué sacar en claro de la revisión de la política de incompatibilidades en el SNS. ·»Si habla de restringir la posibilidad de limitar el trabajo en la sanidad privada para los trabajadores públicos, puede pasar lo mismo que en Murcia cuando se planteó esta limitación para los jefes de servicio: que elijan la privada. Con una medida así podemos perder a gente muy valiosa y cargarnos la sanidad pública. Si se refiere más bien a plantear horarios más flexibles o la posibilidad de plantear mejores trabajos dentro de la pública… me recuerda un poco a los inicios del sistema, cuando había menos médicos, pero también los sueldos eran peores».
Con el desconcierto también sobre qué significan realmente varias de las líneas de trabajo aprobadas, Fernando Carballo, presidente de Facme, afirma que, en conjunto, «no es mala noticia que por fin haya entrado en la agenda del Gobierno central y de las autonomías tomar medidas para resolver los problemas que hay, pero confiamos en que se nos tenga en cuenta para decidir estas medidas».
Revisando las propuestas Carballo responde con un «¡ya era hora!» a algunas de ellas como la de «identificar las plazas, especialidades deficitarias y puestos que más cuesta cubrir en cada comunidad» o la que sugiere «valorar una ampliación moderada de la oferta anual de la formación sanitaria especializada». Otras propuestas le despiertan más recelos o, como mínimo, dudas sobre su significado.
Respecto a la idea de «incentivar a los especialistas que trabajan en plazas deficitarias o de difícil cobertura», Carballo recuerda que la clave es la palabra «incentivo, esto es, no debe legislarse para que sea obligatorio, sino que debe ser atractivo para el médico», y en eso va incluso más allá explicando que además de los incentivos en carrera profesional, reconocimiento o económicos que podrían ir aparejados a la cobertura de esas plazas «probablemente está fallando algo desde el grado, el explicar a los estudiantes qué es ser médico, que no sólo es ser un superespecialista».
En esta línea, no ve con malos ojos la revisión de la vinculación a un solo centro que proponen autonomías y Ministerio para que un mismo médico pueda atender varios dispositivos «pero eso debe entenderse de forma bilateral -afirma Carballo- de modo que un médico de un comarcal pueda ir a un hospital de referencia y uno de un hospital de referencia atender también en un comarcal».
Más recelos plantea cuando se habla de la posibilidad -que no figura como tal en las propuestas de Sanidad pero se baraja- de hacer rotar al MIR por hospitales comarcales. Carballo es firme al respecto: «El MIR hará las rotaciones que resulten útiles para la formación en su especialidad. La última palabra la tienen las Comisiones Nacionales de la Especialidad. Esas rotaciones podrían llegar a aceptarse pero dentro de un marco coherente de la formación troncal».
Finalmente, Carballo dice no saber en qué sentido autonomías y Ministerio proponen una valoración de las incompatibilidades, si para flexibilizar la situación o endurecerla, «porque hay corrientes en los partidos en los dos sentidos», pero advierte que «el marco legal es claro y no se está cumpliendo, entre otras cuestiones porque a la privada no se está llegando por la vía de la excelencia, sino de un segundo empleo ante las carencias en salario, incentivos y carrera de la pública. Para retener no hacen falta más marcos legales sino reconocimiento y proyección».
Fuente: Diario Médico