Seguimos los últimos: Andalucía, la comunidad que menos gasta por habitante en su sanidad.
La Junta prevé invertir 1.166,39 euros en 2018 por andaluz en el sistema sanitario, 527 euros menos que el País Vasco. Todavía no alcanza la inversión del 2010. «La joya de la corona se oxida sin remedio».
La sanidad pública andaluza será en 2018, un año más, la hermana pobre del sistema nacional de salud. En ninguna otra comunidad española se invertirá menos en materia sanitaria, según el estudio comparativo que ha realizado la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, que sitúa a Andalucía a la cola en gasto sanitario por habitante.
La presidenta de la Junta, Susana Díaz, destacó en su discurso de fin de año que la sanidad pública andaluza es «un orgullo y una garantía para los andaluces», pero los números reflejan una realidad distinta.
De acuerdo con los datos de los presupuestos de las comunidades autónomas -teniendo en cuenta que algunas aún no han aprobado sus cuentas-, Andalucía es la última en inversión sanitaria con 1.166,39 euros de gasto por cada andaluz, menos incluso que comunidades con menos riqueza como Extremadura (1.488,42 euros por habitante) y a una distancia abismal de regiones como Navarra o el País Vasco, que encabezan el ranking de inversión en sus sistemas sanitarios públicos.
De hecho, el gasto sanitario en el País Vasco es prácticamente un 50% mayor que en Andalucía: 1.693,49 euros frente a los 1.166,39 euros de Andalucía. Y está, además, bastante lejos de la media nacional, que se sitúa en 1.403,53 euros, “lo que obviamente hace casi imposible que se den las mismas prestaciones con igual nivel de calidad”, según la FADSP.
Otro dato a tener en cuenta: la inversión en sanidad prevista en los presupuestos de la Junta para 2018 es menor aún que la incluida en las cuentas de 2010, ya en plena crisis económica.
Ese año, el Gobierno autonómico gastó 1.180,09 euros por habitante en el sistema público sanitario, casi 14 euros más que el gasto previsto para este año.
Andalucía es, de hecho, una de las seis comunidades autonómas que todavía no han alcanzado los niveles de inversión de 2010, algo que sí han hecho otras once, según los datos facilitados por la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública. Y ello a pesar de que Susana Díaz aseguró en su alocución del 30 de diciembre que «estamos aumentando todos los recursos destinados a nuestra sanidad», a la que en no pocas ocasiones ha calificado como la «joya de la corona».
En su conjunto, las comunidades autónomas incrementaron sus inversiones sanitarias en un 4,97% y en este parámetro es el único en el que Andalucía sobresale algo, ya que el aumento se sitúa en un 5,4% respecto al año anterior.
En su descargo, la Federación señala que una de las causas de la gran diferencia entre las comunidades -527,1 euro entre la primera y la última- hay que buscarla en el retraso de la negociación sobre el modelo de financiación, por lo que reclama incrementarla y hacerla finalista «para paliar estas excesivas desigualdades».
Igualmente, habla de cómo se ha disparado el gasto farmacéutico, que «no ha parado de incrementarse desde el año 2010». Tanto el hospitalario (un19%) como el de recetas.
Estos datos se suman a la escasa ejecución de los presupuestos de inversión en sanidad. En el año 2016, el último del que hay balance, de los 98,1 millones que el gobierno de Susana Díaz presupuestó para invertir en el sistema sanitario público, se gastaron apenas 27 millones. O, lo que es lo mismo, el 72,5% del dinero reservado para la sanidad se quedó en un cajón.
Esta cantidad es más del doble de lo que la Junta dejó de invertir de los presupuestos de 2015. En aquel ejercicio, se quedaron sin gastar en sanidad 35,2 millones, alrededor del 38% del total de la partida de inversiones.
Haciendo un prorrateo, entre la población andaluza, todo lo anterior se traduce en que la Administración autonómica invirtió en 2016 -hasta noviembre- 3,2 euros por cada andaluz.
Fuente: El Mundo y FADSP