Siguen las agresiones y amenazas contra los médicos.
Una médico denuncia a su paciente por amenazarla de muerte. Sensación de pánico. Así describe A.F.B. lo vivido el sábado pasado en el Hospital Virgen Macarena de Sevilla con un paciente que amenazó con matarla.
Los hechos tuvieron lugar cuando la médico se encontraba atendiendo consulta aquella mañana en los servicios de urgencias y se oyeron gritos en el pasillo. Adrián, nombre del denunciado tal y como se recoge en el atestado policial, se «encontraba muy nervioso» y la llamó «puta» al estar prolongándose, desde su punto de vista, su espera en la sala de urgencias. «Ante tanta agresividad no le podíamos coger una vía» que calmara su dolor, cuenta la colegiada.
La novia de Adrián entró en la consulta, «sin consentimiento», y arremetió contra la doctora con la mano en alto para golpearla, pero su compañera M.C.M. enfermera, consiguió evitar la agresión. El personal de seguridad tuvo que reducir al paciente, después de que este amenazara con «volver a por vosotras» para matarlas.
Cuando la policía nacional acudió y pudieron atenderlo, Adrián continuó insultándola y amenazó con «volver con una pistola», momento en el que procedieron a esposarlo y detenerlo. Según la doctora, hicieron falta cinco agentes de policía nacional y dos de seguridad privada para reducirlo.
La facultativa, que se encontraba en servicio de guardia de 24 horas, vivió con auténtico «terror» la reaparición en urgencias del agresor horas después. «Nos entró pánico, porque pensamos que venía a cumplir su amenaza». A ella no le tocó atenderlo, pero Adrián quedó ingresado «por una pequeña dilatación en la vía urinaria». Aunque la policía se personó en el hospital después de su llamada y «comprobó que no venía armado», la facultativa reconoce que se siente «desprotegida» y está aterrorizada con encontrárselo «en cualquier esquina y que me ataque por la espalda».
A pesar de que cuenta con una experiencia profesional de casi dos décadas y de que reconoce que «urgencias es una zona muy conflictiva», A.F. asegura no haber visto ni vivido nada igual. La doctora afirma que el agresor era una persona con antecedentes, porque llevaba una pulsera de alejamiento. Cree que los hospitales deberían tener más medidas de seguridad, como, por ejemplo, detectores de metales. «Los insultos son habituales, pero las amenazas de muerte con tanta agresividad no lo son», zanja la doctora.
Según el registro del Colegio de Médicos de Sevilla, a lo largo de este año otros siete colegiados han sufrido algún tipo de agresión en la provincia. El año pasado se contabilizaron 27 agresiones, ocho más que en 2013.
En España, las agresiones se han ido reduciendo desde 2011 hasta estabilizarse en 344 tres años después. En el 51% fueron mujeres las que las sufrieron y en el 82% se produjeron lesiones. En Andalucía, se han reducido desde 2011, pero el año pasado volvieron a repuntar: de los 80 casos de 2013 a los 90 de 2014. Cinco de cada 2000 colegiados sufrieron algún tipo de agresión durante el año pasado. Aunque los médicos reconocen que la situación ha mejorado en los últimos años, se sienten vulnerables ante casos como el sufrido por Ana este fin de semana.
Fuente: El Diario.es